MADRID 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Unidad de Traumatología de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario ha devuelto la movilidad del brazo a un niño de 14 años al que hasta ahora no ofrecían alternativas, a través de una intervención con realidad virtual y aumentada.
Esta operación, además, ha sido cubierta en su totalidad por la Fundación Julián Vilás Ferrer, que ayuda a personas con necesidades especiales a poder costear tratamientos médicos que no pueden permitirse de otro modo.
Omar Jawo, natural de Gambia, sufrió hace año y medio una caída en la que se rompió el brazo izquierdo, haciéndose una fractura supracondílea.
Fue tratado en Gambia pero no se recuperó bien y quedó con una lesión que le impedía doblar el brazo más de 90 grados.
Ante la falta de opciones en su país, su padre, residente en Ibiza, decidió traerlo a España buscando una mejor solución. "Por cómo era la lesión, el caso era quirúrgico, pero no le operaron y quedó con una consolidación viciosa", ha detallado la traumatóloga de Grupo Policlínica, Inmaculada Soriano, que ha sido la primera especialista en ofrecer una esperanza a la familia Jawo proponiendo realizar una osteotomía con placas a medida.
Para llevar a cabo la operación, la Unidad de Traumatología del hospital Policlínica Nuestra Señora del Rosario necesitaba utilizar un moderno navegador que permitiera llevar a cabo la intervención con la mayor garantía de éxito. Para ello, contactaron con la 'startup' española PQX, pionera a nivel mundial en tecnología sanitaria, que ha desarrollado un equipo de planificación y navegación quirúrgica para osteotomías y otro tipo de cirugías.
El equipo PQX permite al cirujano planificar con máxima precisión la cirugía antes de llevarla a cabo. La planificación en este caso se realiza utilizando el brazo contrario (el derecho) como modelo. Las imágenes radiológicas del brazo sano sirven para crear materiales y conocer las medidas y colocación exactas del brazo a operar.
Gracias a esta tecnología, antes de la cirugía se reprodujo un húmero exactamente igual al del brazo sano, a través del cual se crearon los materiales que se utilizarían después en el quirófano, como las placas, totalmente adaptados a las medidas de Omar, y que permitirían cortar y colocar en la posición correcta el hueso de una manera exacta durante la intervención.
De esta forma, los especialistas ya tenían la medida y colocación del hueso exactas, al milímetro, antes de realizar la cirugía. Al mismo tiempo, el equipo dispone también de un software de realidad virtual y aumentada para que el cirujano pueda ver, durante la operación, la posición exacta de cómo debía quedar el hueso tras esa planificación previa.
Con las gafas de realidad virtual en el quirófano, el cirujano puede ver la imagen superpuesta del brazo sano (con la posición y medida correcta que debe tener el hueso), proporcionando el ángulo y alineación exactas del brazo bueno encima del brazo a operar. Esto permite a los médicos corregir cada grado de deformidad.
"El húmero queda como queremos que quede, ya que mientras estás corrigiéndolo lo estás viendo en tiempo real", ha enfatizado el traumatólogo Salvador Amor, colaborador de la empresa PQX que se trasladó desde Murcia para participar en la operación junto a la doctora Soriano.
En la intervención estuvo también el ingeniero Conrado Miguel Baño, creador del equipo de PQX. "Durante la primera revisión postoperatoria, una semana después de la operación, la herida ya estaba cicatrizando perfectamente y el niño podía mover un poco el brazo", ha señalado la traumatóloga de Grupo Policlínica.
Dos meses después de la cirugía, Omar ya ha recuperado prácticamente el cien por cien del balance articular y se espera que, con rehabilitación, lo recupere en su totalidad. Debido a sus importantes ventajas, la técnica usada en la operación de Omar representa el futuro de las cirugías, no solo a nivel traumatológico, también para neurocirugía y otras especialidades.
En primer lugar, esta técnica reduce el tiempo de cirugía, ya que el cirujano procede a operar conociendo con exactitud las dimensiones y medidas exactas de las incisiones a realizar. Además, dispone del material específico que se ha fabricado previamente a medida, totalmente adaptado al paciente.
Al estar planificada, la cirugía es más segura, ya que es menos probable que en el transcurso de la operación surjan imprevistos. Asimismo, se trata de una técnica más precisa y, por tanto, más eficaz. Al contrario que en las operaciones más tradicionales, en las que el cirujano calcula 'a ojo' las medidas, con esta innovadora técnica todo está calculado de antemano.