SANTA CRUZ DE TENERIFE 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los médicos rehabilitadores, ante los recortes en la sanidad, están tratando de encontrar cómo optimizar la toxina botulínica --más conocida por botox-- en patologías que conllevan parálisis musculares como las lesiones cerebrales infantiles o el ictus, de manera que todos aquellos que padecen enfermedades cerebrales puedan optar al tratamiento.
La forma de optimizar este recurso sanitario ha centrado la intervención del jefe de Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario de Vigo, Francisco Javier Juan García, en el XIX Congreso de la Sociedad Canaria de Medicina Física y Rehabilitación, que se ha celebrado estos días en Tenerife.
El doctor ha señalado este viernes que el precio de este producto puede considerarse caro para el sistema sanitario, por ello los médicos e investigadores buscan la forma de obtener los mismos resultados que provoca su aplicación a pacientes con patologías del sistema nervioso con la menor sustancia posible.
Una fórmula que se está comenzando a utilizar son las diluciones de la toxina en líquido, aunque si éstas son demasiadas pierde toda su propiedad. Por ello se debe analizar la cantidad exacta para cada paciente. De esta forma, se promueven los tratamientos personalizados basados en las características del paciente.
"En estos momentos estamos inmersos en mejorar los resultados del uso de la toxina botulínica para establecer nuevas estrategias en los tratamientos", indicó el especialista, quien añadió que en medicina rehabilitadora el uso de este producto es muy común, sobre todo para el tratamiento de la espasticidad. Este término hace referencia al trastorno motor del sistema nervioso que provoca que algunos músculos se mantengan permanentemente contraídos. Esta contracción ocasiona rigidez y acortamiento de estos músculos, afectando a su funcionalidad y movimiento.
La espasticidad de los músculos puede surgir tras un episodio de ictus o en los casos de parálisis cerebral infantil. El doctor Javier Juan ha explicado que los médicos rehabilitadores utilizan la toxina para eliminar la espasticidad del sistema nervioso central y relajar estos músculos. Para lograr este efecto hay que encontrar la cantidad adecuada de toxina que hay que utilizar, optimizando al máximo su uso, ya que tras 4, 5 ó 6 meses de su aplicación, según el paciente, se debe suministrar nuevamente este tratamiento, ya que su efecto va desapareciendo.
En la intervención del doctor se analizarán los factores que debe tener presente el médico una vez detectados los músculos que padecen espasticidad. "En primer lugar hay que tener en cuenta la severidad de la espasticidad, el número de músculos implicados, la masa corporal y cómo ha respondido al tratamiento el mismo paciente, y por otra parte, debemos constatar la experiencia del propio equipo médico en el uso de esta toxina para así poder desarrollar un plan de optimización de este recurso", comentó.
LA TOXINA BOTULÍNICA: "SEGURA Y EFICAZ"
En base a los resultados de este plan, el especialista ha apuntado que se debe ir ajustando la cantidad en base a si ese resultado es positivo o insuficiente. En ocasiones, tras el uso prolongado de esta droga se genera resistencia al preparado, por lo que es preciso ir midiendo continuamente la cantidad utilizada.
Sin embargo, el doctor confirma que la toxina botulínica es "muy segura" si se utiliza de forma adecuada y en los músculos adecuados. "Pueden surgir anticuerpos y precisa de gran cuidado si su uso se realiza cerca de músculos respiratoria, pero al margen de eso, es completamente segura y eficaz", añadió.
El doctor admite que esta sustancia es ampliamente conocida en el área estética, ya que en dosis mínimas se aplica en la corrección de los marcas de expresión, por ejemplo, aunque su uso"se ha ampliado para tratar procesos dolorosos del aparato locomotor, en cirugía digestiva y más recientemente, en cefaleas y migrañas.
El jefe de Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital de Vigo recomienda que su uso se realice de forma conjunta con la observación a través de ecografías y de otras herramientas diagnósticas, ya que de esta forma se logra que el tratamiento sea certero.