Tras la reconstrucción mamaria, la micropigmentación de la areola va más allá del beneficio estético

Doctora María Dolores Pérez Sancho
LA GUINDA COMUNICACIÓN
Actualizado: lunes, 15 julio 2013 11:56

MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

Tras un cáncer de mama muchas mujeres deben pasar por una mastectomía, un proceso psicológicamente doloroso que suele concluir con la reconstrucción que les devuelve el volumen de la mama, sin embargo el proceso no finaliza hasta que se le devuelve a la mujer la areola y pezón, solo así se consigue un pecho completo y esto es posible con la micropigmentacion, una técnica conocida por sus posibilidades estéticas y también de gran utilidad para el bienestar de la paciente.

"Esta es una vertiente desconocida para la gente", señala la directora del Servicio de Micropigmentación Oncológica de la Clínica Corachán en Barcelona, Mª Dolores Pérez Sancho, especializada en micropigmentación paramédica y oncológica, una disciplina orientada a mejorar las condiciones físicas de personas que sufren alguna afección mórbida o traumática. Además de crear una areola tras la mastectomía, puede reformar una areola asimétrica; disimular cicatrices tras aumento o disminución de mamas; camuflar cicatrices y vitíligo, y corregir imperfecciones.

Aunque son diversas las áreas correctoras, la de mama es una de las que más satisfacciones consigue, ya que "cuando el cirujano realiza la reconstrucción lo único que se consigue es dar volumen en esa mama que, hasta entonces, era inexistente. Pero el cirujano no fabrica la areola, sin embargo con la micropigmentacion sí se crea y psicológicamente la paciente gana muchísimo".

En su opinión, con el volumen de la mama la paciente recupera el control de su cuerpo sin embargo aún distingue la amputación, "con la aureola se consigue un nivel de naturalidad con el que ganan mucho a nivel psicológico", ya que se sabe que muchas de estas mujeres no sienten que han vencido la enfermedad hasta que pueden verse en el espejo y contemplar su seno tal y como era antes del cáncer.

La micropigmentación consiste en introducir un color determinado debajo justo de la primera capa de la piel -epidermis-, en caso de ausencia de una sola areola, se toma ejemplo del pecho no intervenido para establecer los parámetros de color y forma; en casos de ausencia de las dos areolas, se aplican unos parámetros de color, forma y detalles de textura lo más adecuados a las características morfológicas de la paciente, obteniendo un resultado de naturalidad y simetría.

El problema es que no es definitivo, ya que la epidermis se va regenerando cada dos o tres años, por eso recomienda, "para llevar el tratamiento perfecto, ir haciendo un repaso ya que no se borra completamente, pueden pasar hasta siete años para que se elimine, sin embargo sí va perdiendo color".

En los casos en los que el pezón no esta reconstruido, se crea con las diferentes tonalidades un efecto 3D que dará totalmente la apariencia de volumen en el pezón; así se consigue acabar con un proceso doloroso para estas pacientes, y muy recomendado por lo cirujanos.

MUCHAS MUJERES NO PUEDEN ACCEDER A ESTA TÉCNICA

La experta desaconseja el uso de tatuaje en la zona, ya que "el color se administra a un nivel mucho más profundo, lo que implica que el tono elegido oscurezca mucho, además la composición del pigmento del tatuaje es totalmente diferente a la de la micropigmentación".

Aunque cada vez son más las pacientes que conocen esta técnica, aún no llega a todas la mujeres ya que "tiene el inconveniente de el Sistema Nacional de Salud cubre todas las reconstrucciones pero no cubre la micropigmentacion en el 99 por ciento de los caso".

En consecuencia, son muchas las mujeres que no tiene acceso a crearse una areola aunque, como explica Pérez Sancho, no signifique un desembolso mucho mayor de 300 euros; "con la crisis son muchas las mujeres que económicamente no pueden", advierte.

Esta experta, destaca lo positivo que resulta para la paciente, porque "se vuelven a ver ellas otra vez, como eran antes de la enfermedad", y, en ocasiones, "sienten el proceso de la enfermedad finalizado". "Han pasado por una mutilación muy grande, por un tratamiento muy duro, por un proceso muy fuerte que implica quimioterapia, radioterapia, la caída del pelo, etc; por eso para ellas la areola es lo más", concluye.