SANTA CRUZ DE TENERIFE 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife ha recomendado a los pacientes con cáncer comunicar a su dentista habitual el tratamiento al que van a ser sometidos, puesto que determinados medicamentos, quimioterapia y radioterapia pueden originar patologías bucodentales. No solo se podrá de esta forma prevenir determinadas patologías, sino que, además, un estado de salud oral bueno, previo al inicio del tratamiento indicado por el oncólogo, puede contribuir a evitar complicaciones.
El Colegio ha explicado en una nota que es probable que la persona en tratamiento para el cáncer presente una situación de inmunosupresión, un mayor riesgo de hemorragia e infecciones y un retraso en la cicatrización. Y añade, además, que radio y quimioterapia pueden cambiar la producción de la saliva, por lo que es muy importante mantener la boca hidratada, extremar la higiene dental diaria y aumentar la frecuencia de las revisiones con el dentista, a cada cuatro meses, salvo que el profesional paute otra en función de las características de cada caso.
A su vez, la entidad colegial sostiene que el dentista puede recomendar tratamientos especiales con flúor que, junto con una dieta baja en azúcares, puede ayudar a proteger los dientes. Ejercicios determinados o el uso de una férula pueden ser también aconsejables, para prevenir molestias en la mandíbula.
Entre los síntomas que el tratamiento contra el cáncer puede desencadenar en la boca, tal y como señala el Colegio de Dentistas, se encuentran la sequedad, cambios en el gusto, llagas, caries, dificultad para masticar o para abrir la boca, inflamación o dolor en la lengua o un mayor riesgo de enfermedades de las encías. En el caso de la radioterapia en cabeza y cuello, este tratamiento puede ocasionar efectos secundarios temporales o que pueden persistir durante varios años tras su aplicación.
De igual forma, la entidad añade que algunos medicamentos que se usan para reducir la propagación de células cancerosas en los huesos pueden causar una enfermedad que es poco frecuente, pero grave. Es una patología llamada osteonecrosis de la mandíbula, que produce debilitamiento y la pérdida de hueso y que cursa con dolor, infecciones o movilidad dental, entre otros síntomas.
De forma general, esta enfermedad puede tratarse con antibióticos o la extirpación de la parte ósea expuesta y una buena higiene bucodental. En casos más graves puede necesitarse una cirugía. Por ello, es muy importante comunicar al dentista los medicamentos y tratamientos que el oncólogo esté pautando, indican desde el Colegio.