MADRID 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los niños deben esperar media hora tras la vacuna para poder detectar posibles alergias o efectos adversos, recomendación que han recogido miembros de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) en un documento dirigido a los profesionales de Atención Primaria (AP) sobre la actitud ante un niño con una reacción alérgica tras la vacunación o alergia a componentes vacunales.
"Es fundamental hacer un diagnóstico correcto de las reacciones adversas atribuidas a las vacunas y confirmar si existe un origen alérgico, ya que podrían interrumpirse las siguientes inmunizaciones y el niño sería susceptible de tener aquellas enfermedades por las que ha dejado de vacunarse", comenta el doctor Luis Echeverría, de la Unidad de Alergia y Neumología Infantil del Hospital Universitario Severo Ochoa, de Leganés (Madrid) y coordinador del documento.
El experto explica que si la reacción se produce durante las primeras cuatro horas, deberán regresar al centro para ser valorados. El objetivo es distinguir entre las reacciones adversas y los síntomas de origen alérgico, y así no interrumpir la vacunación de manera innecesaria.
En este sentido, señala que las reacciones adversas a las vacunas son muy variadas, la mayoría leves. Sin embargo, aunque en los últimos años se han atribuido a las vacunas muchas reacciones adversas, "la mayoría de ellas son injustificadas", Francisco Álvarez, secretario del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP), organización que ha colaborado en la creación del documento. "En caso de reacción, el pediatra tendrá que valorar si es normal, o si puede ser alergia a la vacuna o a alguno de sus componentes", añade.
HAY NIÑOS CON ALERGIA AL HUEVO, LA GELATINA O EL LÁTEX
"Nos podemos encontrar con niños alérgicos a algún componente como las proteínas de huevo, la gelatina o el látex. Ante la mínima sospecha de que el origen pueda ser alérgico el pediatra deberá derivar al niño a la consulta del pediatra alergólogo", indica.
El Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano pone a disposición de profesionales sanitarios y de los ciudadanos un formulario de notificaciones de sospechas de reacciones adversas a medicamentos, que se debe cumplimentar siempre que se detecte una posible reacción adversa atribuida a la vacunación, agrega.
Las reacciones se pueden producir de forma inmediata y los síntomas más comunes de alergia a vacunas son los relacionados con la piel, como el prurito, urticaria o angioedema; del aparato respiratorio, como obstrucción de las vías altas, congestión, tos o sibilancias; o del aparato circulatorio, como síncope, debilidad, alteración de la conciencia, palpitaciones, taquicardia o hipotensión, destaca Echeverría. "Si la reacción es inmediata y con estos síntomas sabremos que es muy probable que se trate de alergia, sobre todo si es anafiláctica", resalta.
Uno de los aspectos que ambas sociedades han querido dejar claro con este documento es el referido a las vacunas triple vírica y la antigripal. La primera de ellas ha sido cultivada en fibroblastos derivados de embriones de pollo, por lo que apenas contiene proteínas de huevo, señala Álvarez.
Por ello, recuerda "a todos los niños con alergia al huevo, incluso con clínica de anafilaxia, se les debe administrar esta vacuna". En caso de que hayan sufrido reacción con una dosis previa, "deberán ser evaluados por un pediatra alergólogo por si fuese debido a algunos otros componentes como la gelatina", añade.