MADRID 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
La reanimación cardiopulmonar (RCP) sólo es realizada correctamente por "menos del 10 por ciento de la población española", según el presidente de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo (SEMST), Pedro González de Castro. Para el experto, esta situación es especialmente relevante en comparación con otros países europeos, en los que "el 90 por ciento de los ciudadanos sabe hacer la RCP.
El estado de la cardioprotección en España "tiene cifras bajas". Esto se ejemplifica con el hecho de que "sólo en Francia se dispusieron siete veces más desfibriladores que en España durante el año pasado", manifiesta a Europa Press el experto. La comparación con Japón es aun más odiosa debido a que "el número de equipos aumenta cincuenta veces más".
Por ello, la sociedad ha instaurado una certificación de Espacios Cardioprotegidos. Y es que en España fallecen más de 30.000 personas al año por paradas cardiorespiratorias, de las que más de la mitad lo hacen fuera del ámbito hospitalario "y delante de otras personas que les podrían ayudar".
En esta corriente de opinión se alinean "sanitarios, cardiólogos, médicos de urgencias y médicos del trabajo", explica González de Castro. A su juicio, "como pasa con los extintores, los desfibriladores tendrán que pasar a ser un elemento más de la prevención en riesgos".
EL DESFIBRILADOR "DEBE ESTAR ACCESIBLE Y VISIBLE"
Sin embargo, para que un espacio esté certificado y esté cardioprotegido no basta con dotarlo de desfibriladores. "Para que sea efectivo, debe estar en un lugar visible y accesible, las baterías deberán estar cargadas, los parches en buen estado, y encontrarse bien señalizado", asegura. Además, "deberán estar distribuidos de tal forma que permitan cumplir con los tiempos máximos de respuesta, el personal debe estar formado y tiene que ser regularmente inspeccionado", afirma.
En cuanto a la legislación existente, González de Castro especifica que "salvo la Comunidad de Madrid y el País Vasco, todas las demás tienen unas normas y requerimientos para poder utilizar un desfibrilador". Para él, los cursos "han de estar impartidos por entidades autorizadas por la propia comunidad autónoma, y los alumnos deberán ser acreditados por estas empresas".
Algunas de las causas que el especialista encuentra en la gran incidencia de casos de muerte súbita son "la alimentación, la contaminación o el sedentarismo". Para concienciar a la población, advierte que "todo el mundo está expuesto a sufrirla", por lo que es "importante" apoyar medidas orientadas a la protección de la salud de los trabajadores y de la población general.
Por último, reconoce que, a pesar de que "muchas empresas están solicitando la certificación, se observan carencias de mayor o menor relieve en cuanto a la ubicación de los equipos, al estado de los mismos y a la disposición de personal apto". Sin embargo, se muestra sorprendido porque "hay instalaciones que duplican las necesidades básicas para conseguir el certificado", concluye.