Razones por las que el vapeo no debería ser alternativa para dejar de fumar tabaco

Mujer vapeando.
Mujer vapeando. - ISTOCK
Publicado: viernes, 7 enero 2022 7:59

   MADRID, 7 Ene. (EDIZIONES) -

   El doctor Carlos A. Jiménez Ruiz, neumólogo y presidente de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica), alerta de que una persona que vapea es tan fumadora como una persona que consume los cigarrillos normales, los manufacturados. Es más, advierte de que las sustancias que se emplean en los cigarrillos electrónicos son igual de tóxicas y de cancerígenas, que las que contienen los cigarrillos convencionales. Por lo que considera que estos dispositivos electrónicos no deberían representar la alternativa a dejar de fumar.

   Así lo asegura en una entrevista a Infosalus donde destaca igualmente que las investigaciones científicas concluyen que "no hay datos científicos suficientes para decir que los cigarrillos electrónicos ayudan a abandonar el consumo tabaco".

   Es más, el neumólogo destaca que los datos obtenidos hablan de que los fumadores que usan los cigarrillos electrónicos, como una forma de abandonar el consumo de cigarrillos normales, al cabo del tiempo se convierten en fumadores duales, es decir, tanto de cigarrillo manufacturado como de electrónicos; algo que ocurre entre el 60 y 70% de los fumadores que usan el vapeo como alternativa para dejar de fumar.

SUSTANCIAS IGUAL DE TÓXICAS

   Además, este experto resalta que son igual de tóxicas las sustancias que se emplean en las máquinas de vapeo que las empleadas en el tabaco convencional: "Tanto en el humo que se desprende del consumo de cigarrillos manufacturados, como en el vapor del cigarrillo electrónico, se encuentran sustancias idénticas que tienen la misma capacidad de producir lesión. Tal vez son sustancias menos tóxicas en el cigarrillo electrónico pero aunque sea en menor número, son igualmente tóxicas".

   ¿De qué sustancias estamos hablando? El presidente de SEPAR apunta a los siguientes 'ingredientes': propilenglicol; glicerina; metales pesados (níquel, cromo y plomo; que son cancerígenos); carbonilos: el formaldehido, acetaldehido, y acroleína, tres sustancias con una alta capacidad de producir cáncer; pero también un buen número de estos cigarrillos electrónicos llevan nicotina en cantidades similares a las de uno manufacturado, y con una alta capacidad de crear adicción.

   Al mismo tiempo, alerta de que los cigarrillos electrónicos suelen emplear otras sustancias oxidantes, que tiene capacidad de producir lesión en los alveolos y hacen que se produzcan enfermedades como la bronquitis crónica, el enfisema o la EPOC. "Como vemos hay un buen número de sustancias capaces de producir grave enfermedad, a la vez que hay otras sustancias que son irritantes y causantes de rinorrea, de rinitis, de bronquitis aguda, de laringitis aguda, así como de sustancias irritantes", avisa el doctor Jiménez.

EVALI, LA ENFERMEDAD DEL VAPEO

   En este contexto, el presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica llama la atención sobre una enfermedad que apareció como consecuencia del consumo de cigarrillos electrónicos, en cuyo líquido se emplea la vitamina E a modo de engrosante del líquido, una sustancia que, según explica, "al ser inhalada era capaz de producir lesión en los pulmones como si fuera una pulmonía bilateral grave".

   Dice que se detectaron de esta enfermedad, la 'Evali' o daño pulmonar agudo asociado al consumo de cigarrillos electrónicos, unos 3.000 casos en Estados Unidos, de los que un 10-15% fallecieron, siendo muy frecuente en los menores de 30 años. "Cuando se vio que eran estas sustancias muy dañinas se prohibió la utilización de estos cigarrillos electrónicos con esta sustancia", aclara.

   También se refiere a los 'IQOS', dispositivos que se calientan el tabaco tradicional pero no lo queman. "Se trata de otra versión que venden como forma de reducir el daño de fumar, pero que no es cierto, ya que cuando se consume se producen también sustancias tóxicas que dañan el pulmón y esto es clave que la población también lo sepa", agrega.

   Con todo ello, el doctor Jiménez hace hincapié en que la población general debe saber que los cigarrillos electrónicos "no son eficaces" como forma de reducir el daño producido por fumar, o a la hora de servir de apoyo en el abandono del consumo de tabaco.

   "Cuando alguien quiera dejar de fumar es fundamental que acuda a un profesional sanitario, a un médico o a una enfermera, o a un neumólogo, los especialistas en el tratamiento del tabaquismo. Estos serán quienes realicen un estudio del paciente, para hacer un correcto diagnóstico del tipo y del grado de tabaquismo que padece ese sujeto y así le pondrán el tratamiento más adecuado; una combinación siempre de apoyo psicológico más tratamiento farmacológico. Con este y un seguimiento adecuado el paciente tendrá muchas posibilidades de tener éxito en el intento de dejar de fumar", sentencia el presidente de SEPAR.