MADRID 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) y la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC) aseguraron hoy que casos como el de Rayán, el bebé que murió en la UCI del Hospital Gregorio Marañón por un error en la vía de alimentación, suelen ser fruto "de una cadena causal que involucra recursos, procesos, pacientes y prestadores de servicios" y no tan sólo "de una mala práctica individual".
"El análisis con las herramientas actuales para el estudio de los errores en la práctica asistencial nos mostrará todos los factores que intervinieron en dicho error", indicaron hoy en un comunicado conjunto, donde señalan también que, en el caso Rayán, se habla de "un problema de seguridad de pacientes" a enfrentar "desde el trabajo conjunto de administraciones, profesionales y pacientes".
Dicen que, en las Unidades de Cuidados Intensivos, los pacientes graves se encuentran "en un ambiente de alto riesgo para que ocurran efectos adversos, a veces de manera inevitable", debido a factores como "la frecuencia de procedimientos terapéuticos nuevos e invasivos, el uso de múltiples medicamentos o el estrés y la fatiga".
Consideran que, para que esta actividad se desarrolle con eficacia, es necesario, "además de disponer de médicos especialistas en Medicina Intensiva, que las enfermeras posean la experiencia suficiente y formación especializada en Cuidados Intensivos".
"El modelo español de Medicina Intensiva, con unidades atendidas por especialistas en el enfermo crítico las 24 horas del día, 365 días al año, de manera exclusiva e integral, ha demostrado ser un modelo efectivo y reconocido fuera de nuestras fronteras", concluyeron.