MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas (Estados Unidos) han demostrado que añadir radioterapia dirigida a la metástasis a la terapia hormonal intermitente mejora la supervivencia libre de progresión (SLP) en pacientes con cáncer de próstata oligometastásico.
Según los resultados del ensayo multicéntrico 'EXTEND', presentados en el Congreso Anual de la Sociedad Americana de Oncología Radioterápica (ASTRO, por sus siglas en inglés), en una mediana de seguimiento de 22,1 meses, aún no se había alcanzado la mediana de la SLP en los hombres que recibieron la terapia combinada, lo que sugiere una mejora significativa respecto a la mediana de la SLP de 15,8 meses en los hombres que sólo recibieron terapia hormonal.
La combinación fue bien tolerada y alargó el periodo en el que los hombres podían mantener un descanso de la terapia hormonal sin progresión, lo que sugiere que este enfoque podría mejorar la calidad de vida de los hombres con cáncer de próstata avanzado.
"Sabemos que la tecnología de la radiación ha evolucionado para dirigirse directamente a las metástasis, reducir los efectos secundarios y tratar mejor a los hombres con cáncer de próstata. Este estudio proporciona datos muy necesarios sobre los beneficios de combinar estas técnicas de radiación más nuevas con la terapia hormonal para mejorar los resultados", ha comentado el investigador principal, el doctor Chad Tang.
La terapia dirigida a la metástasis (MDT) consiste en el tratamiento local directo de las lesiones metastásicas mediante cirugía o radiación, con el objetivo de eliminar todas las células cancerosas en esa localización.
El cáncer de próstata metastásico suele tratarse con terapias sistémicas, la más común de las cuales es la terapia hormonal continua. En los últimos años ha aumentado el uso de la MDT para tratar a los pacientes con enfermedad oligometastásica.
El cáncer oligometastásico, que se define como cinco o menos metástasis vistas en las imágenes, representa un estado de transición entre la enfermedad localizada y la metastásica generalizada. El primer estudio que mostró un beneficio con la terapia local definitiva se realizó en el MD Anderson y se publicó en 2016. Desde entonces, ha habido una investigación sustancial en esta área.
Sin embargo, a pesar de los datos que apoyan los beneficios de la terapia hormonal por adelantado y su sinergia con el tratamiento de radiación, no ha habido ensayos aleatorios que prueben esta combinación para pacientes con cáncer de próstata oligometastásico.
'EXTEND' es un ensayo aleatorizado de fase II para múltiples tumores sólidos en el que se comprueba si la adición de la MDT mejora la SLP de los pacientes con cáncer oligometastásico. La SLP se preespecificó para ser evaluada de forma independiente y se notificó en 41 eventos de progresión, que se produjeron tras una mediana de seguimiento de 22,1 meses.
La cohorte de cáncer de próstata aleatorizó a 87 hombres para que recibieran radiación más terapia hormonal intermitente o terapia hormonal sola. La mayoría de los participantes (72 pacientes) eran blancos, y se incluyeron siete pacientes negros, seis hispanos y otros dos.
La terapia hormonal consistió en un agonista/antagonista de la hormona liberadora de luteína con o sin un agente de segunda generación dirigido a los receptores de andrógenos. Los beneficios de la MDT se mantuvieron en todos los pacientes, independientemente de que recibieran un agente bloqueador de andrógenos de última generación. La interrupción planificada de la terapia hormonal se produjo seis meses después de la inscripción, y todos los hombres reanudaron la terapia hormonal en el momento de la progresión.
Como criterio de valoración secundario, los investigadores también controlaron el tiempo que los hombres podían mantener niveles normales de testosterona durante la interrupción de la terapia hormonal. La adición de la MDT prolongó el tiempo hasta la progresión; la mediana no se alcanzó en el grupo de la combinación, mientras que la mediana del tiempo hasta la progresión fue de 6,1 meses en los hombres que recibieron sólo terapia hormonal.
Estos resultados indican que una estrategia de radioterapia y terapia hormonal intermitente puede maximizar el tiempo que un hombre puede mantener con seguridad niveles normales de testosterona, lo que puede preservar la calidad de vida del paciente.
El tratamiento fue bien tolerado, con tres toxicidades de grado 3 observadas en cada brazo, que consistieron en una alteración del movimiento muscular, así como en efectos secundarios urinarios y gastrointestinales, pero todos fueron fácilmente controlados.
"Este estudio muestra que la combinación de radiación dirigida a la metástasis y terapia hormonal intermitente mejoró significativamente la supervivencia sin progresión, con toxicidades manejables, para los pacientes con enfermedad oligometastásica. Me anima que estos datos, combinados con los conocimientos adquiridos en futuros ensayos, nos permitan preservar de forma segura la calidad de vida del hombre tras este diagnóstico", ha remachado Tang.
Los investigadores también realizaron análisis exploratorios en muestras clínicas, incluyendo citometría de flujo y secuenciación de receptores de células T, de sangre periférica al inicio y a los tres meses de seguimiento. Sus datos demostraron aumentos en los marcadores de activación de células T, proliferación y expansión clonal específicamente en el brazo de la terapia combinada.