MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre la población femenina, ya que afectará a una de cada ocho mujeres a lo largo de su vida, de las que el 80 por ciento recibirá radioterapia al haberse convertido en un tratamiento clave para la supervivencia a largo plazo que debe administrarse en función de las características de cada paciente.
En el XVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), celebrado en Valencia, se han analizado los últimos estudios y avances en el tratamiento de esta enfermedad, y se ha insistido en la necesidad de identificar a aquellos pacientes que requerirán un tratamiento menos agresivo.
"El objetivo último es irradiar en menor volumen", ha destacado el jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Parc de Salut Mar de Barcelona, Manel Algara.
Mientras que hay estudios que muestran la necesidad de irradiar las áreas ganglionares en aquellas pacientes que tienen afectación en ellas, hay varios trabajos que hacen referencia a las técnicas de hipofraccionamiento --menos sesiones de radioterapia-- son "seguras y cómodas para las pacientes", señala este experto.
También se ha puesto de relieve la aplicación de las nuevas tecnologías en el abordaje del cáncer de mama, como la irradiación parcial o la radioterapia intraoperatoria en una única sesión en aquellos casos de buen pronóstico para administrar toda la dosis necesaria en la zona tumoral.
Y se han presentado algunos casos de re-irradiación tras tratamiento conservador, "una opción a la que se recurre cada vez más", afirma Algara, que ha destacado que la mayoría de los Servicios de Oncología Radioterápica españoles disponen de la tecnología necesaria para ofrecer una radioterapia ajustada a los actuales estándares de calidad mundiales.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Europea de Oncología Radioterápica (ESTRO, en sus siglas en inglés), Phillip Poortmans, ha destacado que este tratamiento ha reducido sus efectos secundarios de forma importante gracias a los últimos avances, que permiten "aumentar las posibilidades de individualizar y personalizar el tratamiento en base a los factores del tumor, las peculiaridades de los otros tratamientos y las características del paciente (además de sus preferencias)".