SEVILLA 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El equipo de cirugía cardiovascular de Hospital Quirón Sagrado Corazón-Neolaser Cardiovascular, dirigido por el doctor Miguel Ángel Gómez Vidal, ha practicado con éxito la primera cirugía de sustitución de raíz de arco aórtico con prótesis híbrida en la sanidad privada andaluza.
Se trata de una intervención de alto riesgo y gran complejidad tecnológica, que requiere una gran pericia y experiencia del equipo de cirugía cardiovascular, integrado por cirujanos, anestesistas, perfusionistas y enfermeros especializados, que cuentan, además, con medios técnicos muy avanzados, ha indicado el centro médico en una nota.
Según ha explicado el doctor Gómez Vidal, "para sustituir la raíz y el arco aórtico del paciente por una prótesis híbrida completa es necesario derivar la circulación sanguínea a una máquina que hace las veces de corazón --es lo que llamamos circulación extracorpórea--, además de someter al paciente a hipotermia profunda para evitar daños en los tejidos; este proceso es extremadamente arriesgado y exige, para practicarlo con garantías de éxito, contar con un equipo humano de gran cualificación y dilatada experiencia, además de un equipamiento quirúrgico de alta tecnología".
La cirugía de sustitución está indicada para pacientes que han sufrido una disección de aorta que afecta al arco aórtico y la aorta torácica o, en palabras del especialista, "una rotura que se produce en aortas débiles predispuestas genéticamente". "La aorta se rompe, pero no en todas sus capas, de forma que la sangre toma dos caminos, uno por la luz verdadera y otro por la luz falsa, lo que provoca mala perfusión de algunos órganos y riesgo de rotura total con consecuencias nefastas", añade.
Esta patología se puede presentar en pacientes jóvenes con debilidad genética en la aorta, en personas que padecen el síndrome de Marfan y con válvulas aórticas bicúspides --cardiopatía congénita más frecuente entre la población--, pero también en individuos de avanzada edad con hipertensión arterial.
Se trata de una patología difícil de diagnosticar, pues normalmente debuta con dolor torácico intenso que tiende a confundirse con una enfermedad de las coronarias; en muchas ocasiones, por el contrario, pasa inadvertido y se descubre de forma casual con una radiografía de tórax, ecocardiografía o TAC rutinarios. La disección de la aorta, en caso de no descubrirse, termina produciendo la rotura total de la misma y, como consecuencia, la muerte.
La sustitución de la aorta mediante prótesis es la única solución, sin que exista otro tratamiento. Tras la intervención, el paciente debe permanecer ingresado durante un periodo de entre diez y quince días, después de los que, si no presenta complicaciones, podrá regresar a su domicilio para incorporarse a su vida normal en un periodo de unos tres meses.