MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
La queratoplastia lamelar, es decir, el trasplante parcial de córnea, es el que más se practica y se ha convertido en la primera opción, frente a la habitual queroplastia penetrante, ya que resulta muy efectivo y menos invasivo para el paciente, según la responsable de la Unidad de Córnea de Central Ocular, la doctora Paz Rodríguez.
En la queratoplastia lamelar se extirpa solo la lámina (capa o lamela) del tejido afectado. Se realiza una microincisión de forma circular que permite extraer la lámina corneal dañada y reemplazarla por otra de grosor y forma similar obtenida de un donante. Esto precisa un proceso añadido y complejo para obtener en el donante la capa que necesita el paciente receptor.
Si la capa interna o posterior de la córnea, el endotelio, es la afectada, se realizan técnicas de trasplante endotelial. Las más utilizadas son la DSAEK (siglas en inglés de Descemet Stripping Automatized Endothelial Keratoplasty) y la DMEK (Descemet Membrane Endothelial Keratoplasty).
El endotelio es una capa celular semipermeable que permite el paso de nutrientes del humor acuoso hacia el estroma a la vez que bombea líquido fuera de la córnea para que ésta permanezca transparente e hidratada. A diferencia de otros tejidos, las células endoteliales no se multiplican para compensar su pérdida y evitar problemas de visión.
"Los trasplantes endoteliales se realizan en pacientes con distrofia de Fuchs (enfermedad por la cual las células del endotelio mueren de forma gradual) y en personas que tienen descompensación endotelial tras una cirugía de cataratas o en el proceso degenerativo del glaucoma" aclara la Dra. Rodríguez Ausín.
En el caso de que el estroma esté afectado, la técnica empleada es la queratoplastia lamelar anterior DALK (siglas en inglés que corresponden a Deep Anterior Lamellar Keratoplasty).
El estroma es la capa media de la córnea y la más gruesa (unas 500 micras de espesor) y está formada fundamentalmente por colágeno y las células son escasas.
"Si el estroma está opaco o adelgazado, también es susceptible de recambio por córnea de donante, así como si aparecen opacidades tras queratitis herpética o traumatismo, entre otras causas, dando lugar a un leucoma (mancha corneal de color blanquecino que impide la visión). En pacientes más jóvenes, el queratocono (deformidad y adelgazamiento progresivos de la córnea) es la indicación más frecuente de queratoplastia lamelar anterior", afirma la oftalmóloga de Central Ocular.
Así, las ventajas de los trasplantes lamerales son la rápida recuperación de la visión (aproximadamente un mes, frente a la demora de meses o incluso años del trasplante de córnea habitual); un menor riesgo de rechazo al ser menor la cantidad del tejido implantado; además, son necesarios menos puntos de sutura que los empleados en trasplantes penetrantes, disminuyendo considerablemente el riesgo postoperatorio de infección; y no aparecen defectos refractivos significativos, manteniéndose, así, la graduación previa a la enfermedad corneal.