P.Vasco.- El jefe de Pediatría del Hospital Donostia ve "muy improbable" el robo de niños en un hospital público

Bebés Robados
PARLAMENTO VASCO
Actualizado: viernes, 15 junio 2012 15:25

Jefes de celadores de Donostia, Cruces y Álava reconocen la existencia de registros en tanatorios, pero los archivos se destruían


VITORIA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

El jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Donostia, Joseba Landa, ha afirmado en el Parlamento vasco que es "muy improbable" que haya habido desapariciones o robos de niños en un hospital público porque hay "multitud de personas" trabajando en el centro, por lo que lo considera "algo imposible a todas luces".

Landa ha comparecido este viernes ante la Comisión de estudio sobre los casos de bebés robados y adopciones irregulares entre los años 1940 y 1990 del Parlamento vasco, a la que también han acudido los jefes de celadores de los hospitales Donostia, Cruces y Álava.

El responsable de pediatría del Hospital Donostia ha explicado que lleva trabajando en el centro sanitario desde 1983, aunque se ha interesado por los casos anteriores sobre los que ha afirmado que es "muy improbable" que haya habido desapariciones o robos de niños en un hospital público porque hay "multitud de personas" trabajando en el centro, por lo que lo considera "algo imposible a todas luces".

Asimismo, ha resaltado que el hospital Donostia se encuentra colaborando con el juez y la fiscalía facilitándoles los libros de registro que son de uso interno y ha explicado que no se puede acceder públicamente y tienen acceso restringido a ellos porque aparecen datos de otras personas. "Los informes corresponden a la realidad", ha defendido aunque ha reconocido que puede haber "otras versiones" que no comparte porque "no cuentan con rigor científico".

Según ha explicado, las asociaciones de afectados se pusieron al comienzo de este "conflicto" en contacto con la dirección del hospital pero se produjo un "cruce de acusaciones porque las asociaciones entendían que teníamos un tipo de intereses y no decíamos lo que ellos querían escuchar".

"Hubo una invitación por escrito por parte de la dirección del hospital APRA establecer reuniones pero, a día de hoy, no han aceptado conversar con la Dirección Médica", ha explicado antes de subrayar que "rehúyen a hablar con gente que puedan dar distintas versiones".

En este sentido, ha explicado que ha mantenido reuniones, al igual que una médico del servicio de Ginecología, con media docena de familiares que lo solicitaron a quienes les ha explicado los informes aclarando las dudas porque "lo queremos en máxima colaboración". "No lo hemos hecho antes porque al inicio no nos dábamos cuenta de la magnitud pero al entregar informe creíamos que habíamos acabado nuestra labore pero vemos que en las reuniones hay familiares que efectivamente entienden las cosas", ha indicado.

Finalmente, respecto a las diferencias existentes entre los datos de las asociaciones y de los centros médicos, Landa ha defendido que estos últimos hablan con criterio técnico y científico, mientras que las asociaciones elaboran textos y actuaciones que "no puedo compartir". "Espero que esta comisión tenga frutos que correspondan con la realidad", ha finalizado su intervención

CELADORES

El jefe de celadores del Hospital Universitario Donostia, Máximo Pérez Gurruchaga, por su parte, ha considerado que la intervención de Landa ha sido "muy aclaratoria y coherente" con el proceso que en el hospital se sigue con los niños recién nacidos" y ha advertido de que el 'circuito' de bebés vivos se separa "casi totalmente" del circuito del celador.

Pérez, que trabaja en el hospital desde 1979 y es jefe de celadores desde 1994, ha explicado que los celadores están "involucrados" en el 'circuito' de los niños que fallecen ya que los bebés se trasladan de la misma forma que a un fallecido adulto, aunque ha precisado que los niños fallecidos de menos de 500 gramos y fetos inferiores a 180 días se incineraban si no eran reclamados por los familiares. Ante esta situación, ha advertido de que "si se ha cumplido la ley", no hay constancia de que se hubieran incinerado niños que no cumplieran estas características.

Por otro lado, ha confirmado que los niños fallecidos "siempre se podían ver" por parte de la familia, "aunque a los celadores nos parecía extraño y era un momento bastante desagradable el hecho de acompañar al familiar".

Respecto a los registros, ha informado de que la entrada en el tanatorio al fallecido se le coloca en la sala o frigorífico identificándose al cuerpo, y que las salidas del tanatorio "es probable que se anotaran" pero que no tiene "tan claro" el lugar donde se anotaba, además ha señalado que "no se conservaban" estos libros de registro.

El jefe de celadores del Hospital Universitario de Cruces, Diego Pérez Corro, ha reconocido que lleva poco tiempo en el actual puesto de trabajo -cinco meses--, aunque ha resaltado que lleva 25 años trabajando en el hospital.

FALLECIDOS REGISTRADOS

Según ha explicado, cuando a los celadores se les dan cuerpos para incinerar están en contenedores especiales herméticos y ha subrayado que "todo fallecido se llevaba a registro y se anotaba". Además, en el caso de que se hiciera cargo del fallecido una funeraria, siempre había una hoja de salida que reflejaba este movimiento.

El jefe de celadores de Cruces ha confirmado que se ha solicitado un libro de registro de los años 1976-1978 pero no ha podido concretar por quién ha sido pedido al no conocer el "recorrido" de la solicitud.

Finalmente, el jefe de celadores del Hospital Universitario de Álava, Vicente Tellechea, ha explicado que el registro de celadores, con una categoría de control, se envía al archivo de documentación y se regula por una norma que establece que a los cinco años se puede destruir cierta documentación, por lo que no puede asegurar que siga en Documentación. Además, ha señalado que no tiene conocimiento que se haya realizado alguna solicitud por parte de familiares.