BILBAO 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos en distintas especialidades sanitarias se reunirán desde este viernes en Bilbao en el VI Curso de Accesos Vasculares para Hemodiálisis, una técnica de la más de 2.000 vascos "precisan para sobrevivir", según han explicado los responsables de esta iniciativa.
El curso, que se desarrollará en el Palacio Euskalduna durante dos jornadas, está organizado por la Fundación Española de Diálisis, en colaboración con la Sociedad Española de Diálisis y Trasplantes (SEDYT). Cirujanos vasculares, angioradiólogos, nefrólogos y enfermeros nefrológicos debatirán sobre los problemas más frecuentes de los accesos vasculares y cómo trabajar conjuntamente para mejorarlos, de manera que" el paciente tenga una mayor calidad de vida y mayor seguridad".
Los accesos vasculares son "imprescindibles" para la hemodiálisis, una técnica de depuración extracorpórea de sangre de los pacientes con insuficiencia renal para la que es necesario crear un acceso a las venas del paciente, mediante intervención quirúrgica, por donde extraerle la sangre para depurarla y después volverla a introducir.
Estos accesos --los principales son la fístula arteriovenosa, la prótesis y el catéter-- suelen conllevar "problemas diversos" para los pacientes, debido a la repetición de la punción y el desgaste de las venas ya que "una persona en hemodiálisis suele hacer de dos a tres sesiones semanales".
Según han indicado los organizadores del curso, antes de llevar a cabo la intervención, los pacientes son remitidos a exploraciones complementarias para conocer cuál será el tipo de acceso vascular más adecuado en función de sus características.
Se realizan pruebas de observación directa del paciente con palpación de las venas y los pulsos arteriales, así como ecografía-doppler para ver cómo tiene las venas y arterias. En opinión del codirector del curso y experto del hospital Galdakao-Usansolo Ángel Barba, también se debe conocer "si el enfermo vive solo o tiene soporte familiar o servicio de atención domiciliaria adecuado, ya que la falta habitual de higiene o la ausencia de soporte hacen poco aconsejable algunas de las posibles alternativas del tratamiento".
El médico del hospital Txagorritxu y presidente de la SEDYT, Julen Ocharan-Corcuera, ha explicado que el principal problema de la hemodiálisis es el estrechamiento de las venas sobre las que se practica la diálisis. "Cuando se cierra una vena, el paciente debe ser sometido a una nueva operación en unos pocos días con el fin de preparar una nuevo vaso sobre el que llevar a cabo de nuevo la hemodiálisis, ya que sin ella fallecería", ha indicado.
En este sentido, ha destacado que el 85 por ciento de los pacientes en hemodiálisis sufre complicaciones derivadas del estrechamiento o trombosis de las venas sobre las que se aplica el tratamiento.
El Hospital de Galdakao del País Vasco ha empezado a utilizar una nueva técnica de acceso vascular que consiste en utilizar venas extraídas de operaciones de varices, que "se miden, se calibran (se identifica el grupo sanguíneo) y se congelan y, cuando las necesitamos, las utilizamos para hemodiálisis". Barba ha explicado que "ésta es una técnica que funciona mejor y da menos complicaciones".