MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
La psicóloga infanto-juvenil Marta G. Lacabex, que ha participado en la conferencia '¿Por qué los niños no vienen con libro de instrucciones?' organizada por el Centro Médico San Juan de Dios de Barakaldo, ha destacado que "conocer a nuestros hijos pasando un tiempo de calidad para que puedan desarrollarse como personas es algo muy importante en su desarrollo; este camino o proceso no está escrito, sino que se reescribe cada día".
Esta conferencia, en la que también ha participado el médico pediatra Isaac Contreras, ha tratado cuestiones tan importantes como la forma de educar a los hijos teniendo en cuenta que cada niño es diferente y que no todos los factores influyen de igual forma en la educación de cada uno. Además, se han abordado también aspectos relacionados con la llamada 'generación blandita'.
"En la sociedad de consumo en la que vivimos estamos acostumbrados a que todo tiene un manual de instrucciones para ponerlo en marcha, y sus preguntas frecuentes, para cuando algo falla. Cuando hablamos de los niños, no sirve lo del manual, cada niño es único e irrepetible", señala Contreras.
Esta jornada también sirvió para preguntarse "¿qué significa educar?". Para G. Lacabex educar supone "acompañar a un niño para que desarrolle al máximo sus capacidades, de manera que llegue a ser la mejor persona que puede llegar a ser (y no la que nosotros queremos que sea)".
"En general es más aconsejable acompañar a los hijos en las actividades que puedan realizar ellos solos, que tratar de hacer nosotros esas actividades por ellos: es mejor darles una caña para que aprendan a pescar durante toda su vida que unos peces para que coman un día solo", explica G. Lacabex.
LA GENERACIÓN BLANDITA Y EL EFECTO PIGMALION
La 'generación blandita' es aquella que se caracteriza por una educación basada en la sobreprotección, niños mimados por sus padres, poco resolutivos y a los que nunca responsabilizan de los errores que cometen. Por ello, es muy importante trabajar en la tolerancia a la frustración y la educación del carácter, así como en la capacidad de sobreponerse ante el fracaso tal y como recomienda G. Lacabex.
Además, la experta también recomienda no etiquetar a los niños en diferentes categorías como 'vagos', 'rebeldes' o 'inseguros' y, de esta forma, respetar su individualidad para que no terminen comportándose tal y como marca esa etiqueta y se produzca el llamado 'Efecto Pigmalión' de Rosenthal y Jacobson (1968).