Las pruebas bacterianas en niños con sinusitis podrían reducir el uso de antibióticos

Archivo - Madre realizando un test de antígenos a su hijo en casa. Covid-19.
Archivo - Madre realizando un test de antígenos a su hijo en casa. Covid-19. - TATYANA_TOMSICKOVA/ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 27 julio 2023 7:39

MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

En los niños con sospecha de sinusitis, un frotis nasal para detectar tres tipos de bacterias puede indicar si los antibióticos son eficaces o no, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh y su centro médico, el UPMC, en Estados Unidos, publicado en la revista 'JAMA'.

"Cada año se recetan antibióticos para la sinusitis a cinco millones de niños en Estados Unidos --afirma el doctor Nader Shaikh, autor principal del estudio, pediatra del Hospital Infantil UPMC de Pittsburgh y profesor de Pediatría y Ciencias Clínicas y Traslacionales en Pittsburgh, explica que solo la mitad de los niños tratados con antibióticos experimentan una mejora en los síntomas, "por lo que al identificar quiénes son, podríamos reducir en gran medida el uso innecesario de antibióticos".

La sinusitis, que es una inflamación o hinchazón de los senos paranasales, puede causar congestión, goteo nasal, molestias y dificultad para respirar. Los médicos suelen recetar antibióticos --que sólo atacan las infecciones bacterianas-- para tratarla, aunque pueda estar causada por virus.

"La sinusitis es una de las enfermedades más comunes que vemos en los niños, pero es difícil de diagnosticar porque se basa en la duración de los síntomas: Si el niño tiene mocos o congestión nasal durante más de 10 días, sospechamos que tiene sinusitis --explica Shaikh--. Para una infección de oído, podemos mirar dentro del oído; para la neumonía, escuchamos los pulmones. Pero en el caso de la sinusitis, no tenemos nada en lo que basarnos en un examen físico. Para mí fue muy insatisfactorio", reconoce.

Con el objetivo de desarrollar una herramienta mejor para diagnosticar la sinusitis bacteriana, Shaikh y su equipo reclutaron a unos 500 niños con síntomas de sinusitis de seis centros de Estados Unidos y los asignaron aleatoriamente a recibir un tratamiento de antibióticos o un placebo. Los investigadores también tomaron muestras del interior de la nariz de cada niño, similares a la prueba COVID-19, y las analizaron en busca de los tres tipos principales de bacterias implicadas en la sinusitis.

Los niños que dieron positivo en las pruebas de detección de bacterias presentaron una mejor resolución de los síntomas con el tratamiento antibiótico en comparación con los que no tenían bacterias. Estos resultados sugieren que las pruebas de detección de bacterias podrían ser una forma sencilla y eficaz de detectar a los niños que probablemente se beneficiarían de los antibióticos y evitar recetar antibióticos a los que no lo harían.

"Si los antibióticos no son necesarios, ¿para qué usarlos? --se cuestiona Shaikh--. Estos medicamentos pueden tener efectos secundarios, como diarrea, y alterar el microbioma, de lo que aún no entendemos las implicaciones a largo plazo. El uso excesivo de antibióticos también puede fomentar la resistencia a los antibióticos, que es una importante amenaza para la salud pública", recuerda.

Según señala, una creencia común entre padres y médicos es que los mocos amarillos o verdes indican una infección bacteriana. Aunque varios estudios pequeños han sugerido que el color de la secreción nasal no es significativo, Shaikh y su equipo probaron formalmente esta idea pidiendo a los padres que identificaran el tono de los mocos de sus hijos en una tarjeta de colores.

"Si los niños con secreciones verdes o amarillas se beneficiaran más de los antibióticos que aquellos con secreciones de color claro, sabríamos que el color es relevante para la infección bacteriana -- explica Shaikh--, pero no encontramos diferencias, lo que significa que el color no debe utilizarse para guiar las decisiones médicas".

Los investigadores estudian ahora la mejor manera de extender las pruebas nasales a la clínica. Un reto importante es que las pruebas basadas en cultivos bacterianos utilizadas en el estudio no son fáciles de solicitar para la mayoría de los médicos de familia y pueden tardar varios días en obtener los resultados.

Según Shaikh, un enfoque más práctico podría ser la realización de pruebas moleculares disponibles en el mercado, que podrían dar resultados de un día para otro.

Otra posibilidad podría ser el desarrollo de pruebas rápidas de antígenos que funcionen como los kits de pruebas caseras COVID-19. Los investigadores también tienen previsto profundizar en los datos de este estudio para ver si podría haber otro tipo de biomarcador en la secreción nasal que indicara la presencia de bacterias y que fuera más fácil de analizar.