MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una nueva prueba de bajo costo que detecta el exceso de proteína en la orina identifica con precisión a los pacientes con mayor riesgo de enfermedad renal progresiva después de ser hospitalizados por lesión renal aguda, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en San Francisco y publicado en la revista 'JAMA Internal Medicine'.
Dirigir el tratamiento a estos pacientes de alto riesgo podría reducir la necesidad futura de diálisis o trasplantes de riñón y ahorrar costes a los sistemas sanitarios.
En un estudio sobre más de 1.500 pacientes con y sin lesión renal aguda (LRA) se halló que los que tenían mayores niveles de proteína en la orina tres meses después del alta hospitalaria tenían un riesgo 150 por ciento mayor de enfermedad renal futura.
La lesión renal aguda puede ocurrir a cualquier edad y tiene varias causas y síntomas complejos. Afecta a más de 200.000 pacientes en los Estados Unidos cada año y a 13,3 millones en todo el mundo.
Los pacientes que se recuperan tienen una mayor probabilidad de recurrencia, progresión de la enfermedad renal, insuficiencia renal, enfermedad cardíaca e incluso la muerte. Alrededor del 20 por ciento de los pacientes desarrollan enfermedad renal crónica tres a cinco años después.
La proteinuria, o exceso de proteína en la orina, es un indicador importante de la función renal que puede indicar una enfermedad renal temprana. Sin embargo, no se mide comúnmente en pacientes después de que se ha producido una LRA, a pesar de ser una prueba económica y no invasiva que los médicos utilizan con frecuencia en otros entornos.
"Debería haber mucho más énfasis en las pruebas de proteinuria después de LRA para identificar pacientes de alto riesgo --señala el autor principal Chi-yuan Hsu, profesor y jefe de nefrología en la UCSF--. Esta simple prueba contiene información pronóstica importante no transmitida por la creatinina sérica".
"Demasiados proveedores confían solo en la creatinina sérica para evaluar la salud de los riñones, pero estos últimos no deben garantizarlos falsamente --advierte Hsu--. Tener una imagen más completa de la salud de los riñones es necesario para la correcta toma de decisiones clínicas".
En el estudio, Hsu y sus colegas proporcionaron resultados de su estudio de 1.538 adultos hospitalizados, divididos en partes iguales entre tener o no lesión renal aguda. Los pacientes en este estudio de una década se inscribieron entre diciembre de 2009 y febrero de 2015, con contacto telefónico semestral y una visita anual en persona hasta noviembre de 2018.
Durante un seguimiento promedio de 4,7 años, 138 pacientes en general (9 por ciento) tuvieron progresión de la enfermedad renal, y 58 pacientes tuvieron enfermedad renal en etapa terminal. De aquellos con IRA, 97 pacientes (12,6 por ciento) tenían progresión de la enfermedad renal. Las personas con proteinuria después de tres meses tenían un riesgo 1,5 veces mayor de progresión de la enfermedad.
Junto con las pruebas, las terapias para reducir la proteinuria, como el control de la presión arterial o los medicamentos, pueden reducir los resultados adversos, dijo Hsu, quien también es investigador adjunto de la División de Investigación de Kaiser Permanente, uno de los cuatro centros clínicos norteamericanos participantes en el estudio.
"La mayoría de los pacientes con lesión renal aguda desconocen su condición, no comprenden su historia natural o los factores predisponentes, y desean más información --explica Hsu--. Sin embargo, pocas comunicaciones de alta que se brindan actualmente a estos pacientes explican la afección o brindan recomendaciones para la atención, que es necesaria durante todo el proceso de atención".