MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Murdoch Children's Research Institute de Melbourne (Australia), en asociación con la Escuela de Medicina de Harvard (Estados Unidos), ha realizado un estudio en el que concluye que los programas de salud dirigidos a adolescentes en los países en desarrollo reciben solo una pequeña parte de la ayuda internacional a nivel global, a pesar de que los jóvenes constituyen el 30 por ciento de la población de estos estados.
Publicado en la revista 'Journal of the American Medical Association JAMA Network Open', esta investigación ha analizado cuánto gastaron los donantes internacionales en proyectos de salud para jóvenes en 132 países de bajos ingresos durante los 14 años del 2003 al 2015.
El estudio, tal y como explica el profesor George Patton, del Centro de Salud del Adolescente del Murdoch Children's Research Institute de Melbourne, ha confirmado que solo el 1,6 por ciento de las inversiones mundiales en salud durante esos 13 años se gastaron en proyectos para adolescentes, aunque los adolescentes representan del 12 a 13 por ciento de la carga de morbilidad en el mundo en desarrollo.
"De lo poco invertido, la mayoría de los fondos se destinan indirectamente a los adolescentes a través de programas para el VIH, particularmente en el África subsahariana. Sin embargo, un gran número de jóvenes en países de bajos ingresos son discapacitados como resultado de trastornos depresivos, autolesiones y accidentes", detalla el experto.
Patton lamenta que estos desafíos juveniles casi no reciban inversiones, ya que "invertir en áreas desatendidas como la salud mental y los accidentes automovilísticos brindarían enormes beneficios a los adolescentes: su salud futura, su productividad y el crecimiento saludable de sus hijos", apunta.
"La comunidad internacional de donantes ha estado 'dormida' al no poder seguir el ritmo de la demografía cambiante y las necesidades en materia de salud. A pesar de apoyar la 'Estrategia global para la salud de las mujeres, niños y adolescentes' de la ONU, la inversión internacional de las agencias hasta ahora no ha realizado financiaciones serias en los jóvenes del mundo. La adolescencia sienta las bases para la salud futura, calidad de vida y productividad económica. Y, por lo tanto, es lamentable que este grupo haya sido tan infravalorado en el desarrollo internacional", critica el profesor Patton.
Por otra parte, los investigadores han demostrado que casi el 57 por ciento de las ayudas para el desarrollo de adolescentes proviene de los cinco principales donantes: el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la tuberculosis y la malaria (703 millones de euros), Fondo de Población de las Naciones Unidas (350 millones), Estados Unidos (340 millones), Reino Unido (220 millones) y la Asociación Internacional de Desarrollo (190 millones).
En total, desde 2003 a 2015 se aportaron fondos por un total de 3.140 millones de euros para un total de 19.921 proyectos dirigidos a jóvenes. En general, el VIH/sida fue el problema que recibió la mayor cantidad de asistencia sanitaria internacional, seguida de violencia interpersonal y tuberculosis.