SEVILLA 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de profesionales de la Unidad de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla), en colaboración con el Centro de Tratamiento de Adicciones (CTA) de Torreblanca, ha conseguido reducir a la mitad el virus de la hepatitis C en personas en terapia de sustitución de opioides.
Según una nota de prensa del centro hospitalario, el estudio se llevó a cabo entre 2020 y 2022 con la participación de 258 pacientes, la mayoría de ellos con antecedentes de consumo de drogas inyectables. El proyecto se enmarca dentro de los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que pretenden erradicar la hepatitis C en el año 2030.
Como detalla el estudio, mediante un "innovador" sistema de cribado en su solo paso, se detectó que el 44,6% de los pacientes tenían anticuerpos frente al virus, y de estos, un 20,9% presentaba infección activa (viremia). Tras el diagnóstico, los pacientes virémicos fueron tratados con antivirales de acción directa "altamente eficaces". Tras el tratamiento, la prevalencia de infección activa se redujo a menos de la mitad, del 9,3% al 4,3% en la población del centro e incluso ajustando las estadísticas por posibles reinfecciones, "el resultado se mantuvo favorable".
"Este tipo de intervención evidencia la posibilidad de acercar el diagnóstico y el tratamiento a las personas tradicionalmente excluidas del sistema sanitario, generando un impacto directo y positivo en salud pública", ha afirmado la doctora del equipo investigador, Teresa Ferrer Ríos.
El proyecto de microeliminación es fruto de la "colaboración de varias disciplinas", incluyendo al Servicio de Microbiología-Serología y al de Farmacia Hospitalaria. Para "favorecer la accesibilidad de los participantes", la cascada diagnóstica se realizó evitando muestras de sangre optenidas por venopunción, y en el propio CTA.
El estudio ha sido publicado en la Revista Española de Enfermedades Digestivas. Según el comunicado, el trabajo "pone de manifiesto retos importantes" entre los que destaca el seguimiento de los pacientes tras el tratamiento debido a factores como "la precariedad laboral, el estigma asociado asociado a la propia adicción o la falta de acceso estable a la atención médica". Por estas causas, desde el equipo apuntan que más de un tercio de los pacientes tratados no completó el seguimiento postratamiento.
Los responsables del proyecto destacan la necesidad de una "atención integrada, que no solo proporcione un tratamiento eficaz, sino que también contemple estrategias de seguimiento, educación sanitaria y coordinación entre centros de adicciones y hospitales". También, piden implementar programas de vigilancia para "reincorporar a los pacientes perdidos en el sistema durante el proceso de curación".
La nota reseña que este modelo este modelo de intervención está basado en "el acceso directo, la rapidez diagnóstica y el tratamiento simplificado" y se perfila como "una herramienta clave para alcanzar el objetivo de eliminar la hepatitis C como problema de salud pública en los próximos años".
El pasado mes de enero, el Virgen del Rocío recibió la Certificación de Excelencia en la implementación del Decálogo para la Eliminación de la Hepatitis C que otorga la Asociación Española para el Estudio del Hígado.
La certificación reconoce "el compromiso del centro para avanzar en el diagnóstico, tratamiento y prevención de la hepatitis C, contribuyendo al objetivo de la OMS de erradicar esta infección para 2030". La hepatitis C es responsable de una de las hepatopatías con mayor prevalencia a nivel mundial, siendo una de las principales indicaciones de trasplante hepático.
Tras la llegada de los antivirales de acción directa en 2015, la mayor parte de los pacientes pueden ser curados en pocas semanas y casi sin efectos adversos, a diferencia de lo que ocurría anteriormente. Según la nota, la citada unidad de Aparato Digestivo ha tratado y curado a cerca de 2.000 pacientes desde 2015. Además, se están centrando en la detección de pacientes con infección no conocida y, especialmente, en determinar quiénes deben mantener seguimiento en el sistema sanitario por riesgo de complicaciones tras la curación de la hepatitis C.