MADRID 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los especialistas cuentan con una nueva herramienta de realidad virtual con la que tratar a los pacientes con trastornos de ansiedad provocados por algunas de las fobias más comunes como el miedo a volar, a las alturas, la claustrofobia, la agorafobia, a la sangre o hablar en público, entre otras.
Así, la empresa Virtualware ha creado la plataforma 'VirtualRET' que pretende ayudar a los terapeutas en el tratamiento de fobias y trastornos de ansiedad, ya que permite que el paciente se enfrente a sus miedos sin cuadros de ansiedad al tratarse "recreaciones en un entorno seguro y conocido". Además, como las sesiones virtuales son flexibles, el paciente lo puede repetir tantas veces como sea necesario.
No obstante, destacan que es necesario el apoyo del terapeuta que planifica las sesiones a medida y mantenga bajo control las situaciones a las que se enfrenta el paciente, incluso regulando variables como sofoco, percepción o nitidez.
Actualmente, para tratar este tipo de fobias, se puede utilizar la terapia de exposición, en la que el especialista confrontan al paciente con la situación real de forma gradual y progresiva; también se usa la terapia cognitiva, en el cual se da al paciente mucha información sobre la situación a la que teme, para que de esta manera vaya cobrando confianza.
Y, finalmente, se puede usar la desensibilización sistemática, que es cuando en lugar de estímulos se recurre a la imaginación del paciente, quien va proyectando en su mente al estímulo temido; o métodos de choque, es decir terapias conductuales donde se produce una exposición forzada al estímulo, hasta que el paciente controle su ansiedad.
"La exposición a la realidad virtual supone un complemento a la proyección en mente del estímulo temido, o un paso previo a la exposición real", señalan, que "ayuda a superar el miedo y enfrentar el problema".
Para utilizar la plataforma multifobia es necesario un casco de realidad virtual en algunas de las fobias como las alturas, hablar en público, entrar en un ascensor, volar o pasear por espacios abiertos.
Desde la compañía destacan que se trata de un programa que maximiza el nivel de inmersión de los pacientes en cada una de las sesiones, lo que ayuda a tratar de fondo la fobia. De modo que el terapeuta puede modificar las variables para provocar reacciones sobre el paciente como por ejemplo, sensaciones de ahogo, sofocos o vista cansada, entre otros.
Para su desarrollo la compañía ha contado con profesionales y especialistas en el tratamiento de trastornos de ansiedad del entorno clínico y del mundo de la investigación. Especialmente, destaca la colaboración del Instituto Burmuin de Bilbao, que además ha sido el primer centro en incorporar el producto en sus tratamientos.