MADRID, 7 Oct. (EDIZIONES) -
La ciencia y la tecnología avanzan a pasos agigantados y tienen en la medicina un aliado importante para conseguir mejorar la vida de las personas. En este contexto, la biología sintética y la ingeniería de tejidos poseen un papel protagonista.
El jefe de grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN) en la Universidad de Málaga, el doctor José Becerra Ratia, explica a Infosalus qué procedimientos se utilizan actualmente para crear órganos artificiales. "Hay tres abordajes diferentes", indica, pero, "todo, absolutamente todo, está en experimentación", avisa el experto.
En primer lugar, el doctor Becerra habla de la descelularización y recelularización de órganos. El procedimiento es el siguiente. Al órgano de un donante se le retiran las células mediante procedimientos físico-químicos, la parte de descelularización, y después se le implantan las células del paciente, la recelularización.
"Una vez que se se han retirado las células queda un órgano con la misma estructura, el mismo armazón, sobre el que se reintroducen células del receptor, que anidan y se convierte en los distintos tipos celulares que hay en un órgano, que son muchos", explica el doctor Becerra.
Respecto a la donación de órganos habitual, este procedimiento tiene la ventaja de que el órgano donado requiere unas normas de conservación menos estrictas e, incluso, puede ser de animales. Con el ejemplo de un riñón, "significaría que el riñón puede ser de un cadáver aunque haga más tiempo que ha muerto y la idea es que pudieran servir órganos de algunos animales, como el cerdo, que tiene un tamaño parecido al de un hombre", explica el experto. No obstante, es un procedimiento "muy complicado", según el doctor Becerra, pero "se ve que tiene posibilidades".
El segundo procedimiento es la impresión 3D. "Cuando se habla de impresión 3D aplicado a la medicina se denomina bioimpresión", precisa el jefe del CIBER-BBN. En este, lo primero que se necesitan son los materiales para lograr el propósito, que se depositan y solidifican mediante las llamadas tecnologías de adición.
"Funcionan sumando capas. Cuando llega la segunda capa, la primera debe estar ya solidificada, y después la tercera. Naturalmente, esto se fabrica con un plástico determinado y biocompatible", cuenta el doctor Becerra, que apunta que este escollo está superado. El problema es añadir las células para que el resultado final sea un órgano.
"Para que un órgano así funcione hay que ponerle células mezcladas con ese material, pero es un problema porque las células tienen que alimentarse desde el minuto uno. Cuando uno cultiva células en el laboratorio las está alimentado continuamente con sistemas que les hacen llegar nutrientes y oxígeno continuamente y sistemas que les retiran los productos de desecho", asegura el experto.
Pero, en el contexto de la bioimpresión, "si nosotros dejamos las células atrapadas en la multitud de capas en ese material no sabríamos cómo íbamos a alimentar las células inmediatamente después", completa el jefe del CIBER-BBN.
ANIMALES 'QUIMERA'
Por último, el tercer procedimiento al que alude el doctor Becerra es, según sus palabras, "menos tecnológico y más biológico". "Consistiría en desarrollar procedimientos para que en un animal se formaran órganos humanos", explica el experto, que asegura que "ya se han hecho pruebas". Estos animales se denominan quimeras y son combinaciones de tejidos de distintos orígenes en un mismo animal.
Funciona de la siguiente manera. En un embrión de, por ejemplo, un cerdo, puede introducirse una deficiencia genética que elimine la posibilidad de que ese embrión desarrolle, por ejemplo, un páncreas. "Por lo tanto, si ese embrión se desarrollar hasta llegar al nacimiento, daría lugar a un cerdo que no tendría páncreas", matiza el doctor Becerra.
Pero "a ese embrión se le puede introducir en esa primera fase células madres omnipotentes de humano, que se integran en el primer estadío del embrión con las células del embrión del cerdo y lo que va a resultar, naturalmente, va a ser un cerdo, pero le hemos metido células humanas. Si tiene páncreas, el páncreas sólo puede provenir de las células humanas que se pusieron al principio, porque las células del cerdo eran deficientes en los genes que generan páncreas", añade el experto.
El doctor Becerra recuerda que existen técnicas, como CRISPR, "que son capaces de producir mutaciones genéticas dirigidas". "Técnicamente se puede hacer", dice el experto, que bascula más los problemas hacia asuntos de legislación. "En Ciencia no hay nada imposible", finaliza el jefe del CIBER-BBN.