El presidente de FEJAR pide que cualquier juego de azar requiera de una identificación previa

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MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR), Máximo Enrique Gutiérrez Muélledes, ha pedido este martes en el Congreso de los Diputados que cualquier juego de azar requiera de una identificación previa, de forma que se pueda abordar la cantidad de menores de edad que participan en este tipo de actividades, tanto en su formato en línea como presencial.

"Hay que tomar medidas sobre la suplantación de identidad (...) que se tenga que identificar cualquier juego, no solo el juego en línea", ha declarado ante la Comisión Mixta para el Estudio de los Problemas de las Adicciones, donde ha señalado que una correcta identificación también posibilitaría tener una "trazabilidad" y evitar así las suplantaciones.

Gutiérrez ha hecho especial énfasis en que el 21,5 por ciento de los menores de entre 14 y 18 años ha jugado a juegos de azar en línea o presencial en los últimos doce meses, un incremento de 1,4 puntos porcentuales respecto a 2021, según datos del Plan Nacional sobre Drogas, y que esto se produce precisamente a través de la suplantación de identidad.

Tras ello, ha resaltado que se deben incluir incluso las tarjetas rascas o las máquinas tragaperras que, en el caso de estas últimas, son una "máquina" de hacer ludópatas que tiene un bajo control a pesar de ser la adicción comportamental "más tratada" en FEJAR.

Asimismo, ha instado a no "despistarse" con los videojuegos, al considerar que muchos "están incluyendo" juegos de azar camuflados a través de pequeñas compras, algo que ha considerado "perverso".

Por otro lado, ha reclamado una reforma de la Ley del Juego de 2011, pues por aquel entonces no se tenía "ni puñetera idea" del juego en línea y de sus consecuencias, si bien cree que se deben integrar todas las conductas adictivas comportamentales en esta ley, y no centrarse solo en el juego.

BAJO TRATAMIENTO DE LAS PERSONAS CON JUEGO PROBLEMÁTICO

Aunque el juego problemático en personas de entre 15 y 64 años ha descendido 1,2 puntos porcentuales entre 2018 y 2024 hasta el 1,4 por ciento, sigue habiendo 450.000 personas que experimentan esta problemática, de los que 80.000 son menores.

"Estamos hablando que hay 450.000 personas y solo tenemos 20.000 en tratamiento. ¿Dónde están las 430.000 que deberían de tener algún recurso de rehabilitación o de tratamiento? Esa es la gran asignatura que tiene pendiente toda la sociedad española", se ha preguntado el presidente de FEJAR.

Del mismo modo, ha lamentado las diferencias que existen respecto al género, y es que las mujeres representan un 33 por ciento de los jugadores problemáticos, mientras que solo hay un 15 por ciento de mujeres en tratamiento.

Esta falta de captación para el tratamiento tiene que ver con la "falta de recursos" de FEJAR, que "tan solo" recibe 36.000 por parte del Estado para financiar toda su estructura, si bien ha Gutiérrez ha afirmado que esta cantidad no sirve ni para pagar de forma completa la Seguridad Social de sus empleados.

NO DEJAR MORIR LA LEY SOBRE ALCOHOL EN MENORES

La comisión también ha contado con la intervención del presidente de Asociación Proyecto Hombre, Manuel Muiños Amoedo, quien ha realizado un llamamiento a los miembros de la Comisión para que no "dejen morir" la Ley de prevención del consumo de alcohol y de sus efectos en las personas menores de edad, impulsada por el Ministerio de Sanidad y aprobada en el Consejo de Ministros.

"No podemos seguir tolerando el abuso de alcohol y otras drogas. No podemos dejar morir la ley de menores y alcohol (...) No podemos seguir aceptando la normalización del uso y el abuso del alcohol y otras drogas. El primer alto en el camino es precisamente acerca de la ley de los menores y el alcohol. No podemos dejar morir en un cajón esta ley. Estaríamos enterrando el presente y el futuro de muchos niños, jóvenes y adolescentes", ha manifestado.

Muiños ha subrayado la importancia de rebajar el nivel de consumo de alcohol en España, que está "muy generalizado" entre la población, y ha explicado que se debe "tener claro" el abuso por parte de los adolescentes, y es que hasta el 28,2 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 18 años ha reconocido haber tenido un consumo por atracón, y un 42,1 por ciento de los mismos se ha emborrachado en el último año.

"De aquí saltamos al mundo de los 'influencers' que promueven el consumo de alcohol. A través de sus mensajes publicitarios, que lamentablemente influyen, en muchos casos, en jóvenes y adolescentes. Nos encontramos ante un abanico de posibilidades favorecedoras del consumo, pero también sería posible utilizar esos medios en beneficio de la prevención", ha aseverado Muiños, quien ha apostado por la prevención ambiental en vez de culpabilizar a los jóvenes por su forma de actuar.

Además, ha considerado necesario "educar y acompañar" desde la infancia, de forma que la actuación de los adultos sirvan como "modelo referencia", al mismo tiempo que se generan espacios para promover estilos de vida saludables, evitando no solo los consumos de sustancias sino previniendo las enfermedades mentales asociadas a los mismos.

"Seguimos teorizando y planificando cuando en realidad es hora de actuar. No es tiempo de culpabilizar ni de competir. Es el momento de hacer equipo. Les guste o no a todos ustedes, hemos de ponernos la camiseta del sentido común y aunar fuerzas y esfuerzo para reconducir esta problemática social (...) Son muchas las iniciativas ya validadas y consolidadas, pero han de ser reforzadas. Esto implica también un cuestionamiento serio respecto de algunas maneras de actuar",

En relación a ello, ha hablado sobre el "revuelo generalizado" causado por la decisión de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior de dejar sin sanción administrativa el consumo o tenencia de drogas dentro de vehículos particulares estacionados, algo que ha considerado que legitima el consumo.

"¿De verdad creemos que esto es un paso adelante en la prevención y en la lucha contra las adiciones? Sin duda alguna tendríamos que profundizar y debatir mucho sobre ello. No voy a entrar en el ámbito judicial ni en lo que puede suponer para los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, pero el mero hecho de la desconfianza que genera, el malestar que provoca en general, salvo, me imagino, en quienes trafican y consumen, no nos interpela para pararnos y pensar", ha recalcado.