SEVILLA 29 Feb. (EUROPA PRESS) -
El jefe de la Unidad de Oncología del 'Hospital Internacional HC Marbella' (Málaga) y del Grupo Oncosur, el doctor Hernán Cortés-Funes, ha presentado los resultados de la investigación científica AVALOX, centrados en las pacientes con cáncer de mama que son clasificadas como triple negativo, es decir, que carecen de expresión de receptores de estrógenos, progesterona y HER2, sobre los que actúan los tratamientos realizados hasta la fecha.
Según han informado este miércoles fuentes del citado hospital, este trabajo, cuyos datos serán presentados en la próxima reunión de la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO) del mes de junio, demuestra que en los casos anteriormente reseñados al añadir el uso de un fármaco a la quimioterapia estándar se inhibe la angiogénesis, proceso a través del cual el tumor crea vasos sanguíneos que le permiten seguir creciendo.
"Las pacientes triples negativo representan alrededor del 25 por ciento de todos los tumores de mama metastáticos y cuyo pronóstico de supervivencia no supera los nueve meses, existiendo además un mayor riesgo de recaídas locales y de afectar en huesos y en órganos vitales, como el hígado y el pulmón, entre otros", ha explicado este experto, que se ha referido así a la "necesidad de identificar opciones seguras que aporten más tiempo de vida".
El oncólogo ha destacado el potencial de los inhibidores del PARP, fármacos específicamente diseñados para revertir la agresividad de los tumores triple negativo, y ha afirmado que "la irrupción de los antiangiogénicos se ha convertido en el principal motivo de esperanza".
Esta terapia se ha probado ya en miles de pacientes y se ha detectado que en fase metastásica incrementa la actividad de la quimioterapia reduciendo el volumen de las células tumorales y evitando su acceso a los nutrientes, que son necesarios para que el tumor siga creciendo.
En concreto, tres estudios fase III han determinado que su combinación con quimioterapia asegura la supervivencia libre de progresión tumoral. "El tiempo con la enfermedad controlada podía llegar a ser el doble, de 5,3 a 10,6 meses, añadiendo el antiangiogénico", ha apuntado este especialista.
El estudio AVALOX, en el que han participado 39 hospitales españoles a lo largo del pasado año, incluyó 138 pacientes con enfermedad en fase metastásica, de las que un 23% eran triple negativo, en los que se aplicó Bevacizumab, un fármaco antiangiogénico usado en primera línea más quimioterapia.
Los especialistas participantes han abordado también distintos aspectos ligados al abordaje de este tumor como las características patológicas y moleculares, lo que puede aportar este tratamiento y la importancia de identificar biomarcadores para saber en qué pacientes se debe utilizar esta estrategia.
Los datos disponibles, que serán presentados en la próxima reunión de la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO) en el mes de junio, sugieren que ésta es una opción activa y bien tolerada en pacientes triple negativo y también en aquellas con receptores hormonales positivos. Una estrategia que se investiga en varios estudios más, con vistas a aportar mayor supervivencia en los casos donde la enfermedad se encuentra en fase avanzada.