NUEVA YORK 7 (Reuters/EP)
Investigadores de la Ewha Womans University de Seúl (Corea del Sur) han visto que añadir música al tratamiento del dolor puede tener un cierto efecto beneficioso ya que contribuye a reducir las molestias causadas por el dolor agudo o crónico relacionado con el cáncer u otras patologías graves.
Así se desprende de los resultados de una revisión de estudios que publica la revista 'Journal of Music Therapy', en el que se analizaron "múltiples contextos clínicos, desde hospitales a centros de cuidados paliativos", ha explicado Jin Hyung Lee, uno de los autores.
En su trabajo revisaron 97 ensayos controlados aleatorios realizados entre 1995 y 2014, y que incluyeron un total de 9.147 participantes. La mayoría analizaban los beneficios de la musicoterapia, que conlleva la interacción con un músicoterapeuta, mientras que también había estudios que analizaban la medicina musical, basada en la exposición a experiencias musicales grabadas.
El objetivo era ver si tenía algún efecto sobre la intensidad del dolor de los participantes, su angustia emocional, algunos signos vitales y la cantidad de medicamentos utilizadas para aliviarlos.
En muchos trabajos los participantes pudieron escoger la música a escuchar, entre la que predominaba la música clásica, el jazz o el rock suave. De hecho, sólo una cuarta parte de los estudios utilizó piezas seleccionadas por los investigadores. Además, escuchaban la música 38 minutos de media.
De este modo, las personas que se sometieron a una intervención musical valoraron la intensidad de su dolor aproximadamente con un punto menos en una escala del 1 al 10, en comparación con los pacientes que no recibieron música. Sin embargo, admite Lee, los resultados no fueron consistentes en todos los estudios.
Asimismo, siete estudios encontraron una disminución significativa en el uso de analgésicos en los pacientes 'tratados' con música, con diferencias pequeñas pero significativas en los estudios que distinguieron entre analgésicos opiáceos o no opiáceos.
La frecuencia cardiaca, la presión arterial y la tasa de respiración fueron más bajas entre los participantes de grupos musicales en algunos estudios. De igual modo, la música estimuló otros sentidos además de los receptores del dolor, ya que alivió el estrés y la ansiedad.
"Además, los musicoterapeutas proporcionan diversas experiencias musicales con una intención clínica específica para promover un sentido de esperanza y control, redirigir activamente la atención de los pacientes y apoyar a los pacientes a lidiar activamente con su enfermedad", dijo el autor del estudio, que no obstante aclara que debe tenerse en cuenta como tratamiento complementario y no alternativo.