MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad de Calgary en Alberta (Canadá) ha revelado que el consumo de prebióticos logra reducir la grasa corporal de los niños con sobrepeso u obesidad alterando su microbiota intestinal, según pública en su último número la revista 'Gastroenterology'.
Los prebióticos no son organismos vivos sino un tipo de fibra no digerible que tiene efectos beneficiosos sobre la salud al estimular el crecimiento de una clase específica de bacterias del colon, y son diferentes a los probióticos ya que estos introducen nuevas bacterias en el organismo.
"Éste es un ensayo bien diseñado que demuestra cómo un prebiótico podría ayudar a combatir uno de los problemas más frecuentes y costosos de los niños del mundo desarrollado --la sobrenutrición-- al actuar en la microbiota intestinal", según ha reconocido Geoffrey A. Preidis, uno de los autores de este hallazgo.
Para su estudio, los investigadores realizaron un ensayo doble ciego y controlado con 42 niños de 7 a 12 años que estaban por encima del percentil 85 y, por tanto, se consideraba que tenían sobrepeso u obesidad.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente a recibir una inulina prebiótica enriquecida con fibra (oligofructosa) o un placebo, una vez al día durante 16 semanas. El prebiótico se administró en polvo, mezclado en agua.
"La fibra en polvo, mezclada en una botella de agua y tomada una vez al día, es todo lo que pedimos a los niños para cambiar, después de haber observado algunos resultados bastantes emocionantes", ha añadido Raylene Reimer, investigador que dirigió el trabajo.
Después de cuatro meses, el aumento de peso anual proyectado en el grupo del prebiótico sería de 3 kilos, dentro del rango considerado saludable, mientras que el aumento en el grupo placebo fue de 8 kilos, casi el triple de lo esperado.
Por lo tanto, según señalan los expertos, la suplementación con el prebiótico mejoró los resultados en los niños que tenían sobrepeso u obesidad gracias a que indujo cambios intestinales específicos, en comparación con el placebo, lo que representa un primer avance para utilizar estos compuestos como tratamiento de la obesidad o el sobrepeso pediátricos.