MADRID 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos advierte de que la mortalidad en pacientes con diabetes que sufren una amputación supera el 56% a los cinco años, "tasa muy superior a la de todos los cánceres", por lo que reclaman la incorporación de profesionales de la podología tanto en Unidades de pie diabético de la sanidad pública como en los centros de Atención Primaria.
Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra este viernes, el Consejo ha editado un video con dos testimonios de personas amputadas por pie diabético, Agustín Gil y Marisa García, así como de la presidenta del Consejo General, Elena Carrascosa. El vídeo cuenta con el aval de la Federación Española de Diabetes (Fede), la Asociacion Nacional de Amputados de España (Andade) y la Fundación Fenin, de tecnología sanitaria.
El coste medio de una úlcera de pie diabético se sitúa en más de 7.000 euros y puede superar los 20.000 si no cicatriza; en países como Reino Unido o Estados Unidos, donde los profesionales de la podología están plenamente integrados en equipos multidisciplinares, se ha demostrado una reducción significativa de complicaciones y amputaciones.
"Con una atención podológica temprana pueden evitarse muchas amputaciones, reulceraciones y mejorar la calidad de vida relacionada con salud de los pacientes", subraya la doctora García Morales, experta en pie diabético en España y subdirectora de la Clínica Universitaria de Podología de la Universidad Complutense de Madrid.
La experta recuerda que la podología concentra el 50% de las competencias necesarias para la atención del pie diabético, y que muchas de ellas son exclusivas de la profesión podológica. Actualmente, "estas competencias no se están prestando en el Sistema Nacional de Salud", lo que recuerdan deriva en retrasos en diagnósticos, tratamiento y prevención y, en consecuencia, en mal pronóstico para los pacientes.
"Las consecuencias son más amputaciones, más mortalidad y un gasto hospitalario desproporcionado. En la práctica, los pacientes viven un "peregrinaje asistencial" sin un profesional que coordine su manejo integral", afirma García Morales.
En su opinión, "el papel del podólogo en la sanidad pública no es opcional, sino esencial. La evidencia es contundente: incorporar podólogos en el SNS salva vidas, evita amputaciones y ahorra costes".