LONDRES, 7 Ene. (Reuters/EP) -
El tratamiento del ébola con plasma sanguíneo de personas que han logrado sobrevivir al virus no es suficiente para mejorar de forma significativa las tasas de supervivencia de esta enfermedad, según los resultados de un trabajo de campo en Guinea Conakry que publica la revista 'New England Journal of Medicine'.
La conclusión se basa en el análisis de 84 pacientes de este país africano, uno de los afectados por el brote de ébola de 2014, que fueron tratados con plasma de supervivientes con la esperanza de que los anticuerpos generados por su organismo pudieran ayudar a su sistema inmune a combatir el virus a los nuevos afectados.
Sin embargo, la tasa de mortalidad fue del 31 por ciento en estos pacientes tratados con plasma, en comparación con el 38 por ciento que presentó un grupo control con 418 enfermos tratados en el mismo centro médico que no recibieron plasma de superviviente.
Y cuando los investigadores ajustaron otros factores que pueden afectar a la supervivencia, como la edad de las víctimas, el efecto de la terapia con plasma sanguíneo fue aún menor.
"Por supuesto que me gustaría soñar y ver una fuerte reducción de la mortalidad, pero no vimos esto", ha reconocido Johan van Griensven, del Instituto de Medicina Tropical de Amberes, en Bélgica.
Una limitación clave de este estudio es que no se sabe el número de anticuerpos contra el virus que había en el plasma utilizado, ya que la virulencia del ébola obliga a estudiar el virus en laboratorios con unas medidas de seguridad especiales que no están disponibles en éste y otros países afectados, explican los investigadores.
No obstante, el hecho de que no se observara ningún beneficio significativo "no significa que los anticuerpos contra el ébola no sean un buen tratamiento", han explicado, ya que también puede ser que en el momento de la extracción del plasma los supervivientes no se hubieran recuperado del todo.
De hecho, el estudio reveló que el tratamiento resultó especialmente beneficioso en algunos grupos de peor pronóstico como los niños menores de cinco años. Mientras en el grupo de control fueron los que presentaban un mayor riesgo de muerte, cuatro de los cinco tratados con plasma lograron sobrevivir, ha explicado Van Griensven.
Lo mismo sucedió con las mujeres embarazadas, también con bajas probabilidades de sobrevivir. Sin embargo, seis de las ocho que recibieron plasma de superviviente lograron curarse.
En otro estudio sobre ébola publicado en la misma revista científica, investigadores con la Organización Mundial de la Salud (OMS) informan de que los hombres tratados en Guinea, Liberia y Sierra Leona tuvieron una tasa de supervivencia más baja que las mujeres. En concreto, la enfermedad mató al 67,1 por ciento de los hombres infectados en estos países, frente al 63 por ciento de las mujeres.
La diferencia se mantuvo incluso después de ajustar por edad, síntomas y la demora en el diagnóstico y tratamiento, ha explicado Christl Donnelly, del Imperial College de Londres (Reino Unido).
Además, este peor pronóstico en los hombres no se asoció a una mayor probabilidad de infectarse que las mujeres pero sí a que, en términos generales, tardaban una media de 12 horas más en buscar ayuda que ellas, un tiempo suficiente para propagar el virus y causar nuevos contagios, según los investigadores.