MADRID, 6 Feb. (INFOSALUS) -
La fitoterapia es la ciencia que estudia a las plantas en su aplicación práctica en Medicina pero además del campo de la salud las plantas también se emplean en cosmética o en la gastronomía por sus beneficios para la piel o sus cualidades organolépticas y digestivas. Los medicamentos tradicionales de plantas medicinales están regulados por un real decreto y deben cumplir con criterios bien definidos por las autoridades sanitarias nacionales.
Según explica a Infosalus Iván Espada, farmacéutico del Departamento de Productos y Servicios del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), una misma planta puede poseer una clasificación distinta según el registro dado: complemento alimenticio, infusión, cosmético o medicamento. En los primeros casos es de venta libre en cualquier establecimiento mientras que si se trata de un medicamento cuya indicación es de salud se dispensa en una oficina de farmacia.
"Las plantas medicinales se consideran medicamentos y por tanto están sujetas a una regulación por ley que garantice su seguridad, calidad y eficacia ya que toda sustancia que pueda emplearse por sus cualidades curativas y preventivas sobre la salud se considera medicamento. Por todo ello, deben ser dispensadas en oficinas de farmacia", añade España
Los criterios que debe cumplir un medicamento tradicional de plantas medicinales (MTP) que se vende sin receta pero que está legislado por el Real Decreto 1345/2007 son:
· Tener una indicación apropiada que señala las afecciones en las que puede ayudar.
· Venir acompañada de la dosificación adecuada en cada caso.
· Cumplir con criterios de eficacia, seguridad y calidad.
· Estar identificados como MTP en el cartonaje, incluyendo su composición cuantitativa y cualitativa.
· Incluir un prospecto con información sobre el MTP.
· Un uso tradicional de 30 años en el mundo y de 15 años en la Unión Europea.
· Sólo pueden producirlos y comercializarlos los laboratorios fabricantes de medicamentos autorizados por la Agencia Española de Medicamento.
EMPLEAR CON BUEN CRITERIO LAS PLANTAS MEDICINALES
"Cada planta tiene sus recomendaciones de uso específicas y ejerce un efecto sobre el organismo aunque en personas sanas no tiene que existir ninguna contraindicación", explica Espada que apunta los siguientes aspectos que se deben tener en cuenta en el uso de las plantas medicinales:
1. Lo natural no significa que sea inocuo: las plantas medicinales han sido evaluadas en términos de eficacia y seguridad por la Agencia Española del Medicamento pero esto no quiere decir que no puedan existir reacciones adversas.
En muchos casos estos posibles efectos adversos no se notifican porque la población general desconoce que las plantas también pueden tener efectos secundarios no deseados y cuáles pueden ser estos. Cuando se trata de medicamentos con receta estos efectos secundarios se suelen comentar con el médico o el farmacéutico que los notifican a las autoridades competentes si son de gravedad.
"Si bien es cierto que las plantas medicinales no tienen una potencia farmacológica elevada y que las reacciones adversas son raras y no suelen ser graves hay que tener en cuenta que su efecto farmacológico se debe a que existe una modificación de algo en nuestro cuerpo", señala Espada.
2. Interferencias e interacciones con otros tratamientos: en poblaciones como los pacientes polimedicados como los ancianos y los niños más pequeños se deben extremar las precauciones. "El problema es que las plantas medicinales se utilizan sin pasar por un control por parte del médico", comenta el farmacéutico.
Pueden interferir con otros tratamientos como por ejemplo en el caso del hipérico o hierba de San Juan que afecta al metabolismo de otros medicamentos al aumentar su degradación en el organismo. Así, en el caso de los antirretrovirales para la infección por VIH puede incluso fracasar el tratamiento y elevar la resistencia del virus.
3. Enmascarar la enfermedad: sucede de forma más común con los medicamentos publicitarios que se toman sin diagnóstico ni seguimiento. Los síntomas se tratan con plantas y desaparecen y si se continúa con este tratamiento 'auto-indicado' se pueden enmascarar enfermedades graves.
"Las plantas medicinales se deben tomar por un periodo máximo de siete o diez días. Se limitan a este tiempo no por los riesgos que pueda tener el tomarlas sino porque si en estos días los síntomas no mejoran hay que acudir al médico para que realice un diagnóstico". Es algo muy serio ya que como dice Espada los síntomas gástricos pueden esconder patologías graves como una úlcera o incluso, aunque en casos extremos, un cáncer de estómago.
4. No son un tratamiento base: constituyen una ayuda pero no sustituyen al tratamiento base que debe ser indicado y recetado por un médico tras un diagnóstico. Se utilizan para síntomas leves que deberían desaparecer en un periodo de entre siete y diez días.
5. Sus efectos pueden variar según el producto: esto se debe a que se desconocen los mecanismos de acción de muchas de estas plantas medicinales. Cada planta es un organismo vivo con propiedades que difieren según el tipo de suelo de cultivo, el clima, la variedad o especie, su manipulación humana, etc.
AYUDA Y FORMACIÓN DESDE LA OFICINA DE FARMACIA
Las plantas medicinales ayudan a conciliar y mantener la calidad del sueño, evitando los despertares nocturnos y sin generar dependencia; contribuir al equilibrio emocional cuando se trata de remediar síntomas depresivos o ansiosos leves; o mejorar las situaciones de fatiga o sobrecarga física con una acción estimulante que ayuda a mantener a raya al estrés.
Además, existen otras afecciones digestivas leves como el estreñimiento o los gases que pueden también encontrar alivio en el uso de las plantas medicinales que pueden contribuir también a mejorar el perfil lipídico como complemento al tratamiento instaurado por el médico o a la pérdida de peso.
El CGCOF en colaboración con el laboratorio Arkopharma ha puesto en marcha la segunda fase de una campaña para promover el uso responsable y adecuado e informar sobre los medicamentos tradicionales a base de plantas para alteraciones nerviosas como el insomnio ocasional, el estrés y la depresión leve. Para ello, se desarrollarán sesiones formativas en las farmacias en las que los farmacéuticos formarán a los ciudadanos.
Esta acción, que se mantendrá entre enero y marzo, es la segunda de una campaña que se desarrolla en tres fases. La primera de ellas, realizada entre septiembre y diciembre del pasado año, abordó la fitoterapia en las alteraciones digestivas más comunes y la tercera y última, tratará sobre la fitoterapia en el control de peso y se llevará a cabo entre abril y julio de 2016.