MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Capítulo de Cirugía Endovascular de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, Mercedes Guerra, ha pedido al Gobierno y a las comunidades autónomas planes para reactivar la actividad quirúrgica de forma "segura", ya que se ha visto "gravemente paralizada" por la pandemia del Covid-19.
"Esta crisis sanitaria tiene dos víctimas: las directas son los pacientes COVID-19, las indirectas son los pacientes con otras patologías que han dejado de ser diagnosticados, tratados y, en su caso, intervenidos quirúrgicamente", ha dicho en el 2 Congreso Nacional COVID-19.
Por ello, la experta ha señalado que en los planes para reactivar la actividad quirúrgica, la cirugía endovascular (a través de catéter y mínimamente invasiva) puede y debe realizar una contribución "esencial", pues en los momentos más críticos de la pandemia sus procedimientos se han revelado "fundamentales" para dar opciones de tratamiento a los pacientes, con "buenos resultados".
Además, Guerra ha hecho hincapié en una reciente encuesta internacional en 31 países que refleja una disminución de hasta el 87 por ciento de las cirugías urgentes como consecuencia del impacto de la COVID-19. Ese mismo estudio alerta de un retraso en el diagnóstico y en el momento de la intervención de estas cirugías urgentes relacionado con los problemas logísticos y de escasez de camas y espacios provocada por la pandemia.
"Los quirófanos han sido UVIs Covid y el propio personal ha sido derivado a la atención de pacientes Covid, por lo que solo se han operado los casos más graves. El coronavirus nos ha dejado un aumento de la lista de espera, retrasos diagnósticos y por todo ello un empeoramiento de la situación clínica de los pacientes, además de miedo a operarse y en general a venir al hospital. La consecuencia de todo ello han sido cirugías más complejas, más tiempo quirúrgico, más coste sanitario y más necesidades de camas de crítico postoperatorio como consecuencia de la mayor comorbilidad. No podemos seguir así, hay que tomar medidas", ha dicho la doctora.
En este contexto crítico, enfatiza, ha sido en el que los procedimientos endovasculares se han revelado de una "enorme utilidad y de gran importancia" para permitir los tratamientos requeridos por los pacientes. De hecho, durante este tiempo han aumentado los tratamientos endovasculares para pacientes con isquemia crítica, con una reducción de la mortalidad del 16 por ciento, lo que quiere decir que este tipo de cirugía ha permitido dar opciones de tratamiento con "muy buenos resultados".
"Tenemos que tomar medidas y poner en marcha planes para desarrollar la cirugía endovascular, porque es útil y se ha demostrado en esta crisis", ha aseverado, para insistir en las ventajas del tratamiento ambulatorio permitido por estas técnicas en una situación pandémica. "Es más confortable para nuestros pacientes, conlleva menos infecciones nosocomiales, y es también más coste-efectivo para el sistema sanitario, pues significa menos recurso de camas, menos riesgo de contagios intrahospitalarios y los pacientes aceptan mejor la cirugía por menos temor al ingreso", ha zanjado.