NUEVA YORK, 15 Ene. (Reuters/EP) -
Desde hace tiempo se sabe que las peraonas que sobreviven a un cáncer tienen más riesgo de muerte prematura por cualquier causa pero, al menos en el caso de los tumores en edad infanto-juvenil, la mortalidad se está acercando cada vez más a la de la población general, según un estudio del Hospital Infantil St. Jude de Memphis, en Estados Unidos.
El trabajo, publicado en la edición digital de la revista 'The New England Journal of Medicine', incluyó a más de 34.000 personas a las que se había diagnosticado un cáncer antes de cumplir los 21 años y habían superado la barrera de los cinco años sin enfermedad después del diagnóstico, lo que hace que se consideren supervivientes al cáncer.
La mitad de los pacientes en el estudio fueron seguidos durante al menos 21 años. En ese periodo, un total de 3.958 sobrevivientes de cáncer habían fallecido, 2.002 había sufrido una recaída del tumor inicial y 746 fallecieron por otro tumor.
Al analizar sus tasas de mortalidad por cualquier causa, incluida la recurrencia o progresión del cáncer, vieron que las probabilidades de muerte eran mayores en los pacientes tratados en la década de los 70 (10,7%) que los tratados en los 80 (7,9%). Y cuando el tratamiento se inició en la década de los 90, las tasas de mortalidad fueron aún más bajas (5,8%).
Cuando los investigadores analizaron exclusivamente la muerte por una recurrencia del cáncer, las tasas de mortalidad a los 15 años fueron del 7,1 por ciento en los diagnosticados y tratados en los 70, del 4,9 por ciento en los 80 y del 3,4 por ciento en los 90.
Y al analizar sólo la mortalidad por otras causas, incluyendo problemas cardiacos o pulmonares, también se observó una reducción progresiva, aunque menor (3,1% en la década de los 70, 2,4% en los 80, y 1,9% en los 90).
Los autores de la investigación creen que los cambios en la administración del tratamiento con quimioterapia y radioterapia, junto a un mejor seguimiento de estos pacientes, son los principales responsables de esta mejoría.
"Lo que esperábamos era que, en última instancia, aumentará su esperanza de vida y el riesgo de mortalidad tardía. Y de hecho, lo hizo", ha aseverado Gregory Armstrong, autor de la investigación.
Las mejoras más importantes en el tratamiento de los tumores pediátricos se vivió en la década de los 60, cuando menos de la mitad de los niños con cáncer sobrevivían más de cinco años. La tasa ahora es del 83 por ciento.
"La década del 2000 debería aportar mejoras aún más significativas, porque tenemos nuevas técnicas y hay mejores formas de administrar la quimio y la radioterapia, al tiempo que se han dejado de usar algunas que causaban mucha toxicidad", según reconoce este experto.