Las personas con enfermedades mentales, especialmente vulnerables al confinamiento

Archivo - Depresión.
Archivo - Depresión. - INGRAM PUBLISHING - Archivo
Publicado: jueves, 6 mayo 2021 12:44

MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -

Las personas con enfermedades mentales son un grupo especialmente vulnerable al confinamiento, la desinformación y las restricciones provocadas por la pandemia, según han manifestado los expertos reunidos durante el IX Encuentro VIVE 'La luz que guía el camino de la Neurociencia', organizado por Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson & Johnson.

En este contexto, el doctor Miquel Roca, del Hospital Juan March de Palma de Mallorca y catedrático de Psiquiatría de la Universidad de las Islas Baleares, ha afirmado que ya hay estudios publicados que ponen en evidencia la aparición de problemas depresivos, de ansiedad y de insomnio a causa de esta situación.

"En una epidemia, lo primero es contener la infección, reducir la mortalidad, evitar el colapso hospitalario y la saturación del resto de los dispositivos asistenciales; pero quizás, por primera vez, en una situación de pandemia se ha visto la importancia de atender la salud mental, tanto en personas afectadas por el virus y sus familiares, como en el propio personal sanitario, así como en pacientes con otras enfermedades e incluso en la población general", ha expresado el especialista.

En esta misma línea se ha manifestado el jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, el doctor Eduard Vieta, que ha señalado que la pandemia ya ha supuesto un factor de riesgo para el desarrollo de depresión, en general, y para que las personas que ya la sufrían hayan podido padecer un deterioro en la atención que estaban recibiendo. "Obviamente, las restricciones en el contacto social, de movimiento, o las dificultades para tener un seguimiento de su tratamiento, con las visitas a su médico, así como el miedo al contagio o la pérdida de seres queridos, son un cúmulo de circunstancias que han incrementado el número de personas con estos problemas".

Ambos expertos opinan que quizás esta crisis sanitaria ha servido para que haya aumentado la concienciación y la empatía hacia estos problemas de salud y las personas que los sufren, "pero los recursos ahora, como es lógico, van dirigidos a hacer frente a la infección, y a combatir la crisis económica emergente que también puede ocasionar problemas de depresión, por lo que la salud mental sigue siendo de alguna forma la parienta pobre dentro de la sanidad", asegura el doctor Vieta.

Durante la celebración del encuentro se ha hablado acerca de cómo ha evolucionado el abordaje de la depresión en las últimas décadas, desde la aparición de los primeros tratamientos en los años 50, hasta lograr fármacos más selectivos y con un mejor perfil de tolerabilidad en los 90 con la posibilidad de establecer combinaciones. "En los últimos años, la evolución ha sido más lenta, y los avances se han dirigido a lograr un mejor perfil de tolerabilidad. Ahora estamos a las puertas de una nueva etapa en la que se están buscando diferentes mecanismos de acción. Actualmente contamos con dos vías, la del glutamato y la del gaba", ha explicado el doctor Vieta.

Gracias a estos avances se podría estar más cerca de lograr el objetivo terapéutico frente a la depresión, que sería tratarla de forma más eficaz y rápida. "Hemos avanzado mucho en que sean tratamientos con un perfil de tolerabilidad más favorable, pero pueden tardar semanas en hacer efecto, por lo que muchas personas los abandonan antes de que puedan llegar a ser eficaces", ha abundado. "Ahora, con estas dos nuevas vías, pudiendo conseguir una eficacia en días y no en semanas, disponemos de más opciones para hacer frente a las situaciones más graves, como por ejemplo cuando una persona con depresión está pensando en el suicidio", añade. Para el experto, es fundamental que las personas que están pasando por esta situación tengan acceso a tratamientos que puedan ayudar a garantizar una mejor adherencia terapéutica.

PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA ESQUIZOFRENIA

Otro de los temas tratados en el evento ha sido el pasado, presente y futuro de la esquizofrenia. En los últimos años, la asistencia psiquiátrica ha mejorado significativamente para las personas que conviven con esta enfermedad. "Ejemplo de ello son las unidades de psiquiatría en los hospitales generales, los hospitales de día, la asistencia domiciliaria, la inclusión laboral, así como los diagnósticos más precoces y una mayor preocupación por las complicaciones en su salud física y funcional, más allá del control sintomatológico", ha explicado el doctor Roca.

Esto abre un panorama más optimista para esta enfermedad, pero como subraya el doctor Roca, sin dejar de ser cautelosos, ya que hay que "seguir trabajando en implementar todos los dispositivos asistenciales y avanzar en la innovación e investigación". "Ahora también es momento de analizar el peso que está teniendo esta pandemia en estos pacientes, cuál va a ser su impacto a medio y largo plazo", ha comentado.

LA PSIQUIATRÍA DEL FUTURO

En el foro también se ha dedicado un espacio a debatir sobre la evolución de esta especialidad. "En la psiquiatría del futuro, primarán los valores del trabajo en equipo, la humanización, y la psiquiatría de precisión. Al igual que se ha hecho en Oncología, el objetivo es identificar biomarcadores, sobre todo genéticos, para saber qué paciente es el que más se va a beneficiar de un determinado tratamiento", comenta el doctor Vieta. Este tipo de Psiquiatría, detalla, "busca dotar al profesional de herramientas científicas para que la elección del tratamiento sea más efectiva".

Asimismo, este experto reivindica que, después de una experiencia como la actual, "esta especialidad, que es la que se dedica a la prevención y tratamiento de las enfermedades mentales, va a tener un protagonismo que tenemos que aprovechar para ponernos en valor, logrando un mayor interés social, dirigido, entre otras cosas, a conseguir una mayor inversión en investigación", ha concluido el doctor Vieta.

Leer más acerca de: