MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
La suspensión temporal del tratamiento de la artritis puede provocar un brote o complicaciones a la hora de volver a controlar la enfermedad y conllevaría un empeoramiento sintomático inmediato, según ha explicado el reumatólogo del complejo asistencial de Palencia, Fred Antón Pagés, en el marco de la campaña 'Activo frente a la artritis, mes a mes' que organiza ConArtritis.
Bajo el lema 'Vacaciones a tu medida', ConArtritis, con la colaboración de las farmacéuticas Abbvie, Lilly, MSD y Pfizer, pretende informar y animar a los afectados a que planifiquen adecuadamente sus vacaciones para evitar problemas posteriores, ya que muchos de ellos suspenden por iniciativa propia la toma de medicación, cuando realmente deben seguir un tratamiento farmacológico de por vida, en la mayoría de los casos, por padecer una enfermedad crónica.
Por ello, es necesario que estas personas viajen con su medicación y sigan con las tomas que han mantenido el resto del año. Además, los pacientes deben seguir un estilo de vida saludable, evitando la ingesta de bebidas alcohólicas "por la posibilidad de toxicidad hepática que, aunque en muchos casos es reversible, puede llegar a ser crónica y con repercusiones claras sobre la calidad de vida del paciente", ha asegurado el reumatólogo.
Es importante que exista una buena comunicación entre el médico y el paciente para dejar claros los riesgos y beneficios de conductas más permisivas en cuanto a los hábitos de vida y evitar cualquier percepción negativa por parte del afectado. Asimismo, se recomienda tener a mano una copia del último informe médico y descansar adecuadamente, entre siete y nueve horas diarias.
Por otra parte, el doctor explica que la artritis permite llevar una vida normal, realizando actividades habituales suaves como el ejercicio aeróbico al menos tres veces por semana, pero hay que evitar realizarlo durante las horas más calurosas del día. La artritis no afecta igual ni deja las mismas secuelas a todas las personas que la padecen, por ello cada uno se debe informar del estado de su enfermedad y secuelas secundarias y "comentarlas con su reumatólogo antes de iniciar nuevas actividades físicas", ha aconsejado el doctor Antón.
Además, es importante que el paciente fije como algo prioritario poder descansar correctamente, ya que la fatiga, asociada a muchas enfermedades articulares inflamatorias crónicas, se agrava si la persona realiza sobreesfuerzos y no descansa. "No se puede olvidar que la percepción del dolor muchas veces empeora por estados de estrés, ánimo bajo o falta de descanso adecuado", ha concluido el experto.