ALICANTE 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El doctor Juan Antonio Casellas, especialista de la Unidad de Obesidad de Quirónsalud Alicante, ha alertado de que la pérdida de peso con balón intragástrico --la media por paciente se sitúa entre los 14 y 16 kilos a los seis meses-- solo será efectiva si existen cambios en los hábitos alimenticios acompañado de ejercicio y con una supervisión profesional mantenida en el tiempo.
Según ha informado el centro en un comunicado, de acuerdo con diferentes estudios, la pérdida media de un paciente con balón se encuentra entre los 14 y 16 kilos transcurridos los seis meses. No obstante, el especialista recalca que esta pérdida "solo se hará efectiva si el paciente realiza dieta acompañada de ejercicio".
El especialista advierte además que la pérdida de peso conseguida con un balón intragástrico "solo es permanente en aquellos pacientes que han logrado cambiar sus hábitos de alimentación y ejercicio de manera sostenida en el tiempo".
"Sin esas dos premisas existe una alta posibilidad de recuperar el peso perdido en menos de tres años", ha subrayado, por lo que recomienda la supervisión continua de un equipo de profesionales para poder mantener la pérdida de peso.
Los pacientes que se someten a una cirugía endoscópica de balón intragástrico pierden la mayoría del exceso de su peso transcurridos tres meses desde la intervención pero, pasado ese tiempo, la pérdida "se va ralentizando y perdiendo su efectividad", afirma el especialista.
"SENSACIÓN DE SACIEDAD"
La técnica del balón intragástrico consiste en una esfera de látex llena de suero fisiológico que se coloca vía endoscópica en el estómago bajo sedación y sin necesidad de ingreso del paciente. "Su principal efecto es la disminución de la motilidad del estómago reduciendo el tiempo de vaciado tras la ingesta de alimentos y provocando, en la mayoría de los casos, una sensación de saciedad temprana durante las comidas", ha detallado el doctor Casellas.
Esta técnica está indicada en aquellos pacientes que padecen sobrepeso o la denominada obesidad tipo I, es decir que su índice de masa corporal (IMC) sea menor de 29 y que ya hayan intentado perder peso con dietas previamente y no hayan conseguido resultados.
En la mayoría de los casos, la obesidad y el sobrepeso llevan consigo comorbilidades y enfermedades graves como son la diabetes tipo 2, hipertensión arterial, dislipemia, hígado graso y artropías en los miembros inferiores y espalda, entre otras.
"Este tipo de patologías tan graves pueden hacer candidato a la cirugía bariátrica a pacientes con obesidad tipo I y II, es decir que su índice de masa corporal se encuentre entre treinta y treinta y cinco", indica el doctor Carlos Sala, cirujano bariátrico y jefe de las Unidades de Obesidad de Quirónsalud Alicante y Valncia.
Según el doctor Salas, "las cirugías bariátrica y metabólica son la mejor opción terapéutica para este tipo de obesos y han demostrado tener una mayor efectividad transcurrido el tiempo, es decir, el efecto es continuado, si bien es fundamental que sirva para que estos pacientes modifiquen sus hábitos hacia otros más saludables, tanto con la dieta como con el ejercicio físico".
La cirugía metabólica también constatado su "alta efectividad" en pacientes que, tras realizarse una cirugía endoscópica de balón, han recuperado su peso transcurrido un tiempo. "El paciente que se ha realizado una intervención endoscópica de balón, no tiene ningún tipo de contraindicación a la hora de realizarse una cirugía bariátrica", concluye el doctor Carlos Sala.