MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una pequeña corriente eléctrica para estimular la corteza prefrontal rostrolateral izquierda del cerebro puede mejora la capacidad de las personas para recuperar recuerdos, según ha evidenciado un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos).
La corteza prefrontal rostrolada izquierda es importante para el pensamiento de alto nivel, incluyendo el monitoreo y la integración de la información procesada en otras áreas del cerebro. Esta área se encuentra detrás del lado izquierdo de la frente, entre la ceja y la línea del cabello.
"Creemos que esta área del cerebro es particularmente importante para acceder al conocimiento que se formó en el pasado y para tomar decisiones al respecto", explica Jesse Rissman, autor principal del trabajo de investigación, que se ha publicado en la revista 'Journal of Cognitive Neuroscience'.
Los psicólogos realizaron experimentos con tres grupos de personas cuya edad promedio era de 20 años. En cada grupo había 13 mujeres y 11 hombres. A los participantes se les mostró una serie de 80 palabras en la pantalla de un ordenadro. Para cada palabra, fueron instruidos a imaginarse a sí mismos o a otra persona interactuando con la palabra, dependiendo de si las palabras 'yo' u 'otro' también aparecían en la pantalla. Por ejemplo, la combinación de 'oro' y 'otros' podría llevarles a imaginar a un amigo con un collar de oro.
Al día siguiente, los participantes regresaron al laboratorio para tres pruebas: una de su memoria, otra de su capacidad de razonamiento y otra de su percepción visual. Cada participante llevaba un dispositivo que enviaba una corriente eléctrica débil a través de un electrodo en el cuero cabelludo para disminuir o aumentar la excitabilidad de las neuronas en la corteza prefrontal rostrolateral izquierda. Aumentar su excitabilidad hace que las neuronas sean más propensas a funcionar, lo que mejora las conexiones entre neuronas.
Durante la primera mitad del trabajo, de una hora de duración, todos los participantes recibieron estimulación 'simulada', lo que significa que el dispositivo se encendió brevemente para dar la sensación de que algo estaba sucediendo, pero luego se apagó para que no se aplicara estimulación eléctrica. Esto permitió a los investigadores cómo de bien cada participante realizó las tareas bajo condiciones normales.
Durante los siguientes 30 minutos, un grupo de participantes recibió una corriente eléctrica que aumentó la excitabilidad de sus neuronas, el segundo grupo recibió corriente que suprimió la actividad neuronal y el tercero recibió solo la estimulación simulada. Los investigadores analizaron qué grupo tenía el mejor recuerdo de las palabras que habían visto el día anterior.
No hubo diferencias entre los tres grupos durante la primera mitad del estudio, cuando no se usó estimulación cerebral, así que cualquier diferencia en la segunda mitad del experimento podría atribuirse a la estimulación, aseguran los investigadores.