MADRID 3 May. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Española de Pediatría (AEP), tras analizar la situación que la Pediatría de Atención Primaria está viviendo en España, ha lanzando ocho propuestas para buscar "soluciones reales" entre las que se encuentran "horarios deslizantes" que eviten las jornadas prolongadas, e incentivos económicos para garantizar especialistas en Atención Primaria, sobre todo en aquellas zonas donde existe una difícil cobertura.
Según los datos de los que disponen, "actualmente el número de pediatras de Atención Primaria disponible en nuestro país se pueda calificar de precario ya que, entre el 15-30% de los niños, según las áreas, no dispone de un pediatra de AP para su atención".
Esta situación es producto, explican, de la falta de reposición de las jubilaciones de pediatras; el estancamiento de la oferta de plazas de MIR de Pediatría; la falta de atractivo de las plazas de AP para los nuevos pediatras; una población cada vez más demandante; condiciones laborales caracterizadas por horarios prolongados sin incentivos así como el incremento de puntos de difícil cobertura como pueden ser las zonas rurales.
Por este motivo, la AEP considera necesario hacer propuestas plausibles "tanto a corto como a largo plazo" que permitan paliar el déficit de pediatras en Atención Primaria. Y, para ello, apelan a la responsabilidad de todas las sociedades de especialidades de pediatría, a todas las sociedades de AP, a todas las sociedades regionales de pediatría y a todos los pediatras para resolver esta situación.
"Nos ponemos a disposición de las instituciones competentes en esta materia para realizar los esfuerzos que, entre todos, permitan dar una solución a la situación de la pediatría de Atención Primaria en España y, por tanto, mantener una atención sanitaria de excelencia a la población infantil y juvenil en el primer nivel de salud en nuestro país", afirman.
MEDIDAS A ADOPTAR
La primera medida es la elaboración de un informe técnico de la situación de la AP en España - en el cual ya se está trabajando-, que permita conocer el número de niños en cada CCAA y las franjas de edades pediátricas, el número real de pediatras en activo, los cupos de niños por pediatras, los menores que no son atendidos por pediatras y los puntos de cobertura más conflictiva.
En segundo lugar, la puesta en marcha de horarios deslizantes que eviten las jornadas prolongadas, pero que garanticen la presencia de pediatras de Atención Primaria en el centro sanitario, en los horarios extremos tanto en las consultas de demanda como en las de urgencias.
En tercero, la agrupación de poblaciones con difícil acceso a la pediatría en un punto común para garantizar la atención por un pediatra de AP.
"Estas dos medidas, basadas en la flexibilidad, deben ir acompañadas de remuneración como incentivo a las mismas", afirman en un comunicado donde recuerdan el alto nivel de salud de los niños y adolescentes de en España.
En cuarto lugar, proponen que la obligada titulación y duración (de 4 años en la actualidad, deseablemente 5) del MIR de pediatría para todos los pediatras tanto aquellos que desarrollen un Área de Capacitación Específica (ACE), como los que desempeñen su actividad en AP, y que siempre serán equivalentes, sin existir diferencia alguna entre ellas a este respecto, debiéndose exigir en todos los casos una formación excelente en un centro con docencia reconocida.
En quinto lugar, consideran que el planteamiento a las Comisiones de docencia de los hospitales pediátricos para el 4º año de MIR, de tener preestablecida una oferta en cada centro para especialistas y para pediatras de Atención Primaria, éstos con rotaciones específicas en el 4º año que completen la formación necesaria para el trabajo en Atención Primaria con competencias específicas que seguirían el modelo de acreditación europea.
"Los porcentajes de plazas de especialistas pediátricos dependerían de la complejidad del hospital, y siempre estarían vehiculizadas por un informe sobre las competencias obligadas para la acreditación europea de las ACEs por la Sociedades de Especialidades Pediátricas poniendo en valor así las especialidades excelentes y al mismo tiempo atendiendo la creciente demanda de pediatras de AP", explican.
Por otro lado, hacer más atractivo el trabajo del pediatra de AP, con una responsabilidad compartida de enfermos crónicos con el hospital que capacite al pediatra de AP y posibilite su mayor desarrollo. Se incluyen aquí posibles rotaciones por el hospital siempre organizadas adecuadamente.
En séptimo lugar, contemplar un equipo obligado de enfermera con formación pediátrica-pediatra de AP, que pueda colaborar en la atención al niño sano siempre dentro de sus competencias y descargue al pediatra de funciones que atañen a la enfermería experta.
Y, por último, y hasta solucionar esta situación de déficit de pediatras en AP, "se propone impulsar, si es posible, un flujo de rotación de pediatras remunerados en AP, entre los recién finalizada su especialidad sufragada por un hospital público". Así, añaden, una medida a estudiar podría ser una rotación prevista Atención Primaria al término de la residencia durante un periodo de tiempo a definir, como medida transitoria hasta que el problema se solucione.