Pediatras de Atención Primaria piden tener en cuenta los sesgos de género en los trastornos del neurodesarrollo

Archivo - Niña autista jugando con su madre.
Archivo - Niña autista jugando con su madre. - ANDRESWD/ISTOCK - Archivo
Infosalus
Publicado: jueves, 9 octubre 2025 17:08

MADRID 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), el doctor Pedro Gorrotxategi, ha pedido tener en cuenta los sesgos de género a la hora de diagnosticar y tratar algunos trastornos del neurodesarrollo a nivel infantil, como el trastorno del espectro autista (TEA) y el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), y así evitar desigualdades.

"En estos dos casos se ponen de manifiesto las diferentes características de niños y niñas en cuanto a su comportamiento. Los niños son más expresivos y las niñas más reservadas. En ocasiones, las chicas expresan menos sus preocupaciones", ha señalado Gorrotxategi de cara al Día Internacional de la Niña que se celebra este sábado.

Es por ello por lo que ha subrayado la importancia de estar "vigilantes" desde la Pediatría en Atención Primaria para que las niñas "no sean infradiagnosticadas", lo que les impediría recibir el tratamiento adecuado.

Aunque ha explicado que el sesgo de género está muy reconocido en las mujeres adultas, y que ya existen diversos estudios que muestran las diferencias en aspectos diagnósticos y de tratamiento en las mujeres en casos de enfermedades cardiovasculares, fibromialgia o enfermedades autoinmunes como el lupus, entre otras, ha resaltado que aún es necesaria una "mayor visibilidad" en estudiar estas diferencias en la infancia.

"Existe una diferencia de diagnóstico en función de la gravedad. Cuanto más grave es el TEA (con discapacidad intelectual) más fácil diagnosticarlo en ambos sexos, pero cuando son casos más leves (TEA con inteligencia normal o elevada) o tienen elementos para compensar los síntomas, como ocurre en las niñas, pasan más desapercibidas y cuesta más diagnosticarlas", ha agregado Gorrotxategi.

Tras ello, ha detallado que esta situación se debe a diferencias en las características y desarrollo de las niñas que dificulta su diagnóstico, si bien ha señalado que existe una "triada de alteraciones" que tienen todos los niños con TEA, como lo son las dificultades en las relaciones con otros, dificultades para comunicarse y comportamientos atípicos.

A pesar de ello, hay algunas características "distintivas" en las niñas como un "mejor y más expresivo" lenguaje que los niños, un mayor uso de gestos faciales, más contacto visual, más habilidades sociales, el uso de una "máscara social" para tratar de encajar bien en el grupo, una mejor relación con adultos o con niños más pequeños, la realización de menos movimientos repetitivos que los niños, pueden presentar mutismo selectivo y repiten más preguntas o palabras que acaban de oír.

Aunque estas niñas tengan interés por relacionarse, no saben como hacerlo, y les puede costar interpretar las intenciones y expresiones irónicas o las bromas; pueden ser solitarias o tímidas, y víctimas de acoso escolar u otro tipo de violencia, lo que explica la disminución del diagnóstico de las niñas con TEA.

"Los varones, presentan síntomas más llamativos y visibles a simple vista. Es decir, son niños muy movidos, que no se están quietos en clase y que hacen que salten rápidamente las alarmas. Sin embargo, en las niñas, el TDAH se caracteriza porque suelen estar distraídas, pero no molestan. Están quietas en clase y en casa, por lo que pasan totalmente desapercibidas y el diagnóstico es más tardío para ellas", ha revelado.

Todo ello hace que existan grandes diferencias en cuanto al diagnóstico de estos trastornos en niños y en niñas, y es que Gorrotxategi ha citado diversos estudios que así lo sugieren, como uno realizado en la Comunidad de Madrid en 2017 en el que un 77 por ciento de los pacientes analizados fueron niños.

"Los criterios diagnósticos estándar se basaron inicialmente en patrones de comportamiento masculinos, lo que potencialmente puede hacer que se pasen por alto o se malinterpretaran los signos en las niñas, al ser más sutiles por lo que pasan desapercibidos", ha agregado Gorrotxategi.

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