MADRID 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
La especialista en oftalmología experta en glaucoma del Hospital Quirónsalud San José, Patricia Gómez Pérez, señala que las nuevas técnicas de cirugía del glaucoma mínimamente invasivas conocidas como técnicas MIGS (Minimally Invasive Glaucoma Surgery), que consisten en la implantación de pequeños dispositivos de drenaje, "logran una reducción eficaz y segura de la presión intraocular".
Estas técnicas son apropiadas para pacientes con glaucoma de ángulo abierto leve o moderado, intolerantes o incompatibles con el uso de colirios o gotas para disminuir la presión ocular, que no requieren necesariamente una presión ocular muy baja. Además, también lo son en caso de pacientes que se someten a una cirugía de cataratas.
Entre las técnicas MIGS la doctora Gómez destaca las siguientes: 'Implante XEN', que consiste en un tubo de gel flexible de 6 milímetros; 'Preserflo MicroShunt', que es un implante de forma tubular de 8 milímetros compuesto por un material sintético biompatible; y 'iStent', un implante de 1 milímetro que se inserta en la malla trabecular, facilitando la salida del humor acuoso hacia el canal de Schlemm.
La especialista explica que todas estas técnicas "se caracterizan por ser cirugías que requieren una incisión muy pequeña, por lo que reducen al mínimo el riesgo de complicaciones y el tiempo de recuperación".
Por otro lado, añade que la elección por una u otra variará "en función de la gravedad y el tipo de glaucoma, la salud general del ojo y las preferencias del paciente, por lo que se debe realizar una valoración personalizada para cada caso".
Sin embargo, "no en todos los casos es posible realizar este tipo de cirugías mínimamente invasivas, como cuando el paciente presenta glaucoma de ángulo cerrado, cuando tiene otras patologías oculares, cuando ha sufrido una cirugía ocular reciente o en casos de glaucomas avanzados", expone Gómez. En estos casos, la experta señala que "habría que optar por otras técnicas" como la esclerectomía profunda no perforante, menos agresiva y con menores complicaciones postoperatorias que la trabeculectomía, técnica clásica por excelencia, que se reservaría para aquellos casos de glaucoma severo o avanzado.
Por último, Gómez afirma como otra opción la válvula de Ahmed, que "únicamente se utiliza para los glaucomas refractarios, es decir, en aquéllos que no responden adecuadamente al tratamiento quirúrgico convencional".