MADRID 29 May. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Universitari Parc Taulí de Barcelona ha puesto en marcha la primera Unidad Funcional del Covid de España, junto a los centros de Atención Primaria (CAP) dependientes del Institut Catal de la Salut, y con el apoyo del Servei Catal de Salut.
El objetivo de esta unidad es la coordinación entre profesionales que debe permitir el seguimiento de los pacientes con secuelas de la enfermedad vírica, algunas de las cuales aparecen semanas después de haberla sufrido, incluso en los casos diagnosticados como leves o asintomáticos.
Paralelamente, el centro hospitalario quiere posicionar la unidad como un núcleo promotor de la investigación en relación con el Covid-19 y en este sentido ha potenciado un estudio basado en pruebas serológicas a pacientes y personal sanitario, para determinar si se han generado anticuerpos a la enfermedad y su fortaleza o debilidad ante un segundo brote del virus.
La nueva unidad hospitalaria, dinamizada por el director de Servicio de Enfermedades Infecciones del Parc Taulí, Manuel Cervantes, cuenta con un comité asistencial formado por especialistas en diversas áreas hospitalarias, desde servicios concretos del área cardiovascular y Neurología, Neumología, UCI, Dermatología, Cirugía, Digestivo o Reumatología a áreas más transversales como Medicina Interna, Urgencias, Pediatría, Geriatría, Rehabilitación, Enfermería, Microbiología o enfermedades infecciosas.
Todos ellos se coordinarán con los médicos de familia y el conjunto de la Atención Primaria para hacer el seguimiento de los protocolos aplicados a los pacientes. La Unidad Funcional del Covid, integradora y abierta a todas las áreas del Parc Taulí, tiene como fin coordinarse con los CAP para hacer más eficiente la atención al paciente, utilizando un sistema híbrido de seguimiento, presencial y telemático y herramientas tecnológicas desarrolladas por el centro hospitalario, que economiza tiempo y recursos tanto a las personas como al sistema de salud.
Por otra parte, la nueva Unidad también realiza el seguimiento de grupos de pacientes que han pasado el virus de manera más severa, para potenciar la recuperación y para conocer cuáles de estas secuelas se pueden cronificar. Hasta ahora, las secuelas que se han podido atribuir al Covid-19 son diversas.
En las formas más severas han predominado la fibrosis pulmonar y la trombosis vascular. La primera de ellas es una enfermedad crónica que podría ser recuperable y ya se han iniciado líneas de investigación multicéntricas en las que participa el Parc Taulí.
Por su parte, la trombosis vascular puede afectar a varios órganos y ocasionar desde insuficiencia arterial que provoca isquemia en las extremidades, afectación renal o embolia pulmonar masiva, una de las causas de muerte de los pacientes con Covid-19.
La infección también puede favorecer la formación de úlceras por decúbito, a veces severas, y en el pico de la pandemia se detectó un incremento de lesiones isquémicas cerebrales similares a los ictus. Estas patologías crónicas han adoptado las formas más severas del virus, pero la coordinación con la primaria permitirá, según Cervantes, "detectar muchas formas incipientes que no han llegado a esta severidad y que la prevención evitará que la enfermedad progrese".
En este sentido, el Parc Taulí ya estudia con Hematología, Vascular y Diagnóstico por la Imagen los parámetros que permiten detectar quién tiene un mayor riesgo de causar trombosis entre los pacientes que han sufrido la enfermedad y se pueden beneficiar de tratamiento que evite la progresión a formas graves.
"No tenemos que contar sólo las muertes que hemos tenido en pacientes ingresados sino en las que el Covid-19 puede provocar semanas después de que hayan obtenido el alta hospitalaria. Por ello, enfocar el seguimiento conjunto desde diferentes especialidades nos puede dar una imagen global más real que la visión de cada profesional desde su ámbito", ha alertado el doctor.
La coordinación que propone la nueva unidad se centra también en aquellas personas que han pasado el Covid-19 de manera benigna o sin señales aparentes pero que después han presentado diversas lesiones en la piel sin gravedad pero que orientan los profesionales en relación a la enfermedad.
Por otra parte, conocer la protección natural a través de anticuerpos frente a un nuevo brote del virus es el principal objetivo del estudio que ha iniciado el Parc Taulí a través de la realización de pruebas serológicas a los pacientes que han sufrido la enfermedad y al personal sanitario del centro.
Hasta ahora se han analizado más de un millar de personas y los primeros resultados apuntan a que casi el 90 por ciento de los que lo han contraído han generado anticuerpos y que entre los asintomáticos también hay entre el 5 por ciento y el 10 por ciento con respuesta inmune.
El próximo paso es averiguar si estos se mantienen en el tiempo y si son capaces de hacer más difícil la transmisión del virus. En este sentido, Cervantes ha hecho un llamamiento a todos aquellos equipos que estén desarrollando proyectos de investigación a registrarse a los respectivos comités y divulgarlos también en el marco de la Unidad Funcional para poder colaborar, compartir información y herramientas de análisis.
Un total de 2.311 personas dieron positivo en la prueba PCR, que indica que el virus está presente en el cuerpo. De éstas, 1.643 requirieron hospitalización, de las cuales 188 ingresaron en la UCI. El hospital registró hasta el 27 de mayo 352 defunciones.
Las poblaciones del Valls Occidental que pertenecen al área de influencia del centro hospitalario, son: Badia del Valls, Barber del Valls, Castellar del Valls, Cerdanyola del Valls, Poliny, Ripollet, Sabadell, Sant Lloren Savall y Sentmenat, con un total de 399.729 asegurados.