MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
La información que aportan los pediatras de Atención Primaria (AP) a las familias es la "pieza clave" para romper los falsos mitos y desinformación que existe sobre las vacunas, según han resaltado expertos reunidos en las sesiones formativas 'Vac Talk. Hablemos de Prevención', organizadas por la compañía farmacéutica GSK en Murcia.
"Los pediatras, sobre todo los de AP, son elementos clave en la información sobre vacunas. Una buena formación sobre la vacunación es la base para que los profesionales se impliquen en ella. Solo desde el conocimiento puede valorarse la importancia de las vacunas", ha reivindicado el jefe de Sección de Pediatría de la Unidad de Infectología Pediátrica del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, Santiago Alfayate.
En este sentido, el especialista ha señalado que la información de la que disponen las familias sobre vacunas es "muy variable" en cantidad y calidad. "Y depende en gran medida de la información recibida por parte de pediatras y enfermeros de AP, porque se recibe fundamentalmente en las revisiones del niño sano. Si logramos establecer un diálogo, se habrá conseguido el principal punto de apoyo pata tratar sus posibles recelos y miedos", ha añadido.
Un buen ejemplo de la importancia de esta comunicación en la consulta de AP es el caso de la meningitis. En este sentido, el doctor Bernardo Cervantes, pediatra del Centro de Salud Virgen de la Caridad Este de Cartagena, ha apuntado que existe desconocimiento entre algunas familias "tanto sobre la gravedad de la meningitis como de las estrategias de prevención frente a esta enfermedad". "Forma parte de nuestro trabajo vacunar también frente a la ignorancia con el conocimiento actualizado", ha apuntado.
Según los datos de la última temporada epidemiológica (2017-2018), el número de casos de enfermedad meningocócica en lactantes menores de 1 año fue de 5,85/100.000 habitantes y de 1,80/100.000 habitantes en niños de 1-4 años. Esta enfermedad tiene hasta un 10 por ciento de mortalidad y un 30 por ciento de secuelas graves permanentes en los pacientes que sobreviven, como sordera, amputaciones o graves déficits neurológicos a pesar de la mejora de los tratamientos actuales, ha recordado Bernardo Cervantes.