NUEVA YORK 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
La crisis de los desplazados del norte de Pakistán ha agotado la capacidad del sistema de salud de ese país para responder a las necesidades de los 2 millones de personas que escaparon de los combates entre el Ejército y los talibán, según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyos trabajadores en Pakistán han distribuido medicamentos suficientes para tratar a un millón de personas de las enfermedades más frecuentes.
Paul Garwood, portavoz en Ginebra del organismo de la ONU, señaló que una delegación de alto nivel de la OMS visitó ese país la semana pasada para evaluar las condiciones sanitarias de los desplazados paquistaníes.
"Aunque tomaron nota del retorno de algunos grupos a sus hogares, casi dos millones de personas permanecen en los campamentos para desplazados o en las comunidades que los han acogido", dijo.
Además, la misión constató la destrucción o saqueo de las instalaciones de salud del área de conflicto, donde entre 60 y 70 por ciento de los servicios médicos eran provistos por el sector privado.
Garwood explicó que esta situación se complicará con la próxima llegada de la temporada de monzones, ya que las lluvias aumentarán los riesgos de contraer infecciones respiratorias e intestinales, además de malaria, sobre todo entre las mujeres y los niños menores de cinco años.
Por otra parte, el portavoz destacó la falta de trabajadoras de salud para atender a las desplazadas, recordando que se trata de una sociedad en la que las mujeres prefieren ser atendidas por mujeres.