MADRID 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio liderado por la Universidad de Duke (Estados Unidos) ha situado a España en el puesto número 28 de los países con mejor atención al final de la vida, con una puntuación de 80,3 sobre 100.
El estudio, detallado en tres artículos publicados en la revista científica 'Journal of Pain and Symptom Management', clasificó a 81 países en función de la calidad de sus sistemas sanitarios para el bienestar físico y mental de los pacientes en su proceso de muerte, otorgándoles una puntuación entre una A y una F.
"La sociedad también debería ser juzgada por lo bien que muere la gente. Muchas personas, tanto en el mundo desarrollado como en el que está en vías de desarrollo, mueren muy mal: no en el lugar que eligieron, sin dignidad ni compasión, con un conocimiento limitado de su enfermedad, después de haber gastado gran parte de sus ahorros y, a menudo, arrepentidos de su tratamiento. Estas cosas son muy comunes", afirma el líder del estudio, Eric Finkelstein.
Para elaborar la clasificación, Finkelstein y sus colegas encuestaron a más de 1.200 cuidadores de varios países para identificar qué es lo más importante para los pacientes al final de la vida.
A continuación, pidieron a 181 expertos en cuidados paliativos de todo el mundo que calificaran los sistemas sanitarios de sus países en función de los 13 factores ponderados que la gente enumeraba con más frecuencia, entre los que se encontraban el manejo adecuado del dolor y el confort, disponer de un espacio limpio y seguro, recibir un trato amable y tratamientos que aborden la calidad de vida, en lugar de limitarse a prolongarla.
Reino Unido (93,1) obtuvo la mejor clasificación en el estudio, seguido de Irlanda, Taiwán, Australia, Corea del Sur y Costa Rica, que obtuvieron todos ellos una calificación de A. Estados Unidos obtuvo una C, situándose en el puesto 43 de los 81 países. La lista la cierra Paraguay (33,3).
LOS PAÍSES DE BAJOS INGRESOS, LOS PEORES EN EL RÁNKING
Stephen Connor, director ejecutivo de la Worldwide Hospice Palliative Care Alliance y uno de los coautores del estudio, asegura que "no es casualidad que la mayoría de los países que obtuvieron la mejor puntuación en el estudio sean países ricos con sistemas sanitarios bien financiados, mientras que los países de ingresos bajos y medios obtuvieron peores resultados". "La necesidad abrumadora de cuidados paliativos se da en los países de ingresos bajos y medios, donde existe menos de un tercio de los servicios", señala.
De hecho, Costa Rica es el único país que obtiene una A sin ser de renta alta. Igualmente, los investigadores destacan que Uganda (puesto 31) es el primer país de renta baja que aparece en la clasificación. Un total de 21 países recibieron una calificación de suspenso, y sólo dos de ellos -República Checa (66) y Portugal (75)- son de renta alta.
Pero los investigadores recuerdan que la posición media de Estados Unidos es una prueba de que "el dinero no siempre garantiza la atención a los cuidados al final de la vida". "En Estados Unidos, los recursos se invierten a menudo en esfuerzos desesperados por prolongar la vida, en lugar de medidas que garanticen la comodidad y la calidad de vida en los últimos días del paciente. Gastamos mucho dinero en intentar que la gente viva más tiempo, pero no gastamos lo suficiente en ayudar a la gente a morir mejor", dice Finkelstein.
Como conclusión del estudio, el investigador aconseja a las personas de cualquier edad o estado de salud que elaboren un plan para el final de la vida y lo comenten con sus familiares y amigos. "Haz un plan de cuidados avanzados o al menos expresa tus deseos a tus amigos y familiares. No esperes. Cuando caigas enfermo, puede ser demasiado tarde y la gente puede no saber lo que quieres", concluye.