MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un número creciente de pacientes que reciben el alta de las unidades de cuidados intensivos (UCI) se cura de la enfermedad crítica que los llevó a este departamento de atención a pacientes críticos, pero se enfrenta a una nueva y potencialmente incapacitante debilidad adquirida en la UCI.
Se sabe que los pacientes de cuidados intensivos pierden masa muscular y función por muchas razones, que van desde la inmovilización prolongada a los efectos de los tratamientos de la UCI, como la ventilación mecánica para la propia enfermedad crítica.
Aunque se han estudiado bien los mecanismos de la atrofia muscular (pérdida) y la función durante una estancia en la UCI, se ha llevado a cabo poca investigación sobre los mecanismos celulares y moleculares responsables de la recuperación de la fuerza muscular a largo plazo.
Un nuevo estudio publicado en 'American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine' encontró que algunos pacientes que continúan sufriendo debilidad seis meses después de que fueron dados de alta de la UCI, demuestran desgaste muscular persistente, incluso cuando las funciones biológicas que comúnmente hacen que los músculos se atrofien hayan vuelto a la normalidad, como la inflamación o la descomposición de las proteínas en el tejido muscular.
Además, no hay garantía de que la reconstitución del tamaño del músculo, normalice la fuerza y los pacientes que lograron regenerar el músculo permanecieron débiles. En algunos casos, esto provoca debilidad muscular, profunda discapacidad y menor calidad de vida, y puede durar toda la vida, dice la autora principal del estudio, la doctora Jane Batt, neumóloga del Hospital St. Michael, en Toronto, Canadá.
EXPERIMENTAN NUEVO CRECIMIENTO MUSCULAR DETERIORADO
"Sabemos que los pacientes de la UCI pierden masa muscular y función. Las enfermedades graves, literalmente, hacen que sus músculos se disuelvan", dice Batt, investigadora en el Centro de Investigación Keenan del Hospital de Ciencias Biomédicas. "En algunas personas puede volver a crecer, pero en otros no sucede. En algunas personas pueden volver a crecer el músculo, pero no funciona correctamente", detalla.
La doctora Bat cree que un hallazgo importante de su estudio fue que la atrofia muscular mantenida a largo plazo es el resultado de nuevo crecimiento deteriorado y se asocia con una disminución en el número de células satélite, las precursoras de las células musculares. "Aunque no se requieren células satélite para que las fibras musculares existentes crezcan en tamaño, son esenciales para la regeneración del músculo lesionado", dice.
La disminución del número de células satélite también contribuye a la pérdida muscular relacionada con la edad, apunta esta experta. "Las enfermedades graves parecen cambiar de forma permanente la biología muscular, por lo que su capacidad de regeneración parece estar perdida", añade.
Bat considera que la debilidad adquirida en la UCI puede ser una discapacidad profunda. "Puede que no el paciente no sea capaz de bañarse, alimentarse, ir al baño por sí mismo o vestirse -señala esta investigadora--. Puede ser una vida muy difícil de vivir".
El estudio de Bat observó a pacientes críticamente enfermos que habían pasado al menos una semana con un respirador artificial en una UCI. El trabajo es la primera fase del programa de investigación MEND UCI, encabezado por la doctora Bat y la doctora Claudia dos Santos, de la UCI de St. Michael.
Es parte del programa 'RECOVER', una evaluación multicéntrica que analiza los resultados del paciente y del cuidador después de la ventilación mecánica prolongada con el objetivo de desarrollar un programa de rehabilitación centrado en la familia después de la enfermedad crítica severa.
El número de pacientes en el estudio fue pequeño, según reconoce la doctora Bat. La dificultad radica en que muchos de los que querían participar en el estudio, murieron, tuvieron que volver a la UCI o desarrollaron otros problemas médicos graves que necesitan un tratamiento que excluía su continuación segura en el estudio.