MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER) ha pedido a las administraciones públicas que se proteja la salud de los pacientes respiratorios y no se limite el acceso a tratamientos que son imprescindibles para patologías de altísima prevalencia, como el asma y la EPOC, por criterios medioambientales.
Así se pronuncian desde la asociación a propósito de la iniciativa impulsada el pasado mayo en la Comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso de los Diputados, que puso sobre la mesa la limitación del uso de inhaladores presurizados de dosis media (pDMIs), alegando que contribuyen al efecto invernadero, debido a los gases fluorados que usan como propelente.
En este sentido, FENAER ha solicitado que se garantice que las prescripciones de medicamentos "se van a seguir haciendo atendiendo estrictamente a criterios clínicos y a las necesidades individuales de cada paciente, y que se evite la adopción de cualquier medida que obstaculice la capacidad de decisión de los profesionales sanitarios en la elección del tipo de dispositivo más adecuado para cada paciente".
Así lo ha hecho público este miércoles el presidente de la organización, Mariano Pastor, en un encuentro virtual de pacientes en el que se ha presentado el 'Posicionamiento de la Federación relativo al uso de los dispositivos presurizados'.
Como ha explicado, esta solicitud surge "de la gran preocupación y desconcierto" de los pacientes respiratorios ante las iniciativas políticas y administrativas que se han sucedido en los últimos meses, desde la aprobación, en mayo de 2021, de la mencionada iniciativa en la Comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso de los Diputados.
Con posterioridad, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico solicitó un informe sobre esta misma cuestión a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Al respecto, Pastor ha recalcado que los pacientes respiratorios son los primeros interesados en promover y participar activamente en la adopción de medidas de mejora de la calidad del aire. Pero esto, ha afirmado, "no puede construirse sobre la base de la restricción de tratamientos ni estigmatizando a las personas que necesitan un determinado tipo de inhalador".
Según afirma, la totalidad de los datos publicados reflejan que los gases fluorados de uso farmacéutico suponen menos del 0,1 por ciento del total de emisiones. No obstante, FENAER apoya el impulso de la innovación y del desarrollo de nuevos propelentes que, en un plazo de tiempo razonable, reduzcan progresivamente la huella de carbono de los actuales inhaladores presurizados de dosis media, manteniendo la elección del paciente y asegurando la continuidad de la atención sin posibles efectos adversos.
DOCUMENTAL 'EL FUTURO DE JULIA'
El día a día de los pacientes respiratorios se ha mostrado mediante el documental 'El futuro de Julia', que recoge el testimonio en primera persona de una joven con asma grave que pone de manifiesto cómo es su vida, las limitaciones y los retos a los que tiene que hacer frente debido a su enfermedad.
En palabras de la presidenta de la Asociación Respira Sevilla y protagonista del documental, Julia González, "los pacientes quieren contribuir lo menos posible al calentamiento global, pero todo debe hacerse desde una lógica, estableciendo un 'plan B' para disponer de pMDIs con menor huella de carbono, ya que estos tratamientos son esenciales para pacientes con enfermedades como el asma o la EPOC".
En línea con esta afirmación, y precisamente por su relación directa con la salud de las personas, la Unión Europea contempla los gases fluorados de uso farmacéutico como excepción en el programa de reducción de emisiones en 2030, ya que son indispensables para un tipo de dispositivos inhaladores.
Concretamente, el Reglamento de la UE 517/2014 establece la reducción gradual de la utilización de gases fluorados, debido a su efecto invernadero, pero contempla la exención de estos gases cuando se trata de un uso farmacéutico.
Para Irantzu Muerza, coordinadora nacional de Asma de FENAER, este reglamento europeo garantiza que los profesionales sanitarios pueden prescribir tratamientos para las enfermedades respiratorias según las necesidades del paciente.
"No estamos hablando de un perfil tipo de paciente respiratorio, sino de que cada paciente responde a unas necesidades concretas, en función de determinados parámetros: flujo respiratorio, capacidad cognitiva y destreza, entre otras. No todos los inhaladores sirven para todos los pacientes, ni existe un único modo de hacer llegar el fármaco a los pulmones. Ni los inhaladores ni sus principios activos son intercambiables, ni se pueden sustituir sin el acuerdo entre el médico y el paciente", explica.
Por su parte, Jordi Giner, enfermero del servicio de Neumología y Alergias del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, ha destacado también la importancia de considerar el perfil del paciente, para evitar potenciales problemas en la adherencia a los tratamientos. "Algunos expertos opinan que el cambio de un dispositivo utilizado correctamente por un paciente, puede suponer un agravamiento del estado de su salud", concluye.