MADRID 11 May. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes renales que inician tratamiento sustitutivo con diálisis peritoneal y, pasados de tres a cinco años, cambian a hemodiálisis tienen mayor supervivencia que el resto de pacientes, según un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Española de Diálisis y Trasplante.
"El orden en el que se emplean las distintas técnicas de tratamiento sustitutivo renal incide en la supervivencia y calidad de vida del paciente y redunda en los costes en que estos tratamientos suponen para el sistema sanitario", ha comentado la doctora de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Araceli Caro Martínez.
De hecho, según el estudio, el inicio óptimo de tratamiento puede llegar a significar un ahorro de más de 12 millones de euros para el sistema sanitario andaluz. "Según la evidencia que muestran los resultados, parece importante que el paciente disponga de la información necesaria para participar activamente en la toma de decisión sobre su tratamiento, que a la larga hace posible una mayor adherencia al mismo y mayor compatibilidad con su vida personal y profesional", ha apostillado el doctor del Hospital General Universitario de Alicante, Javier Pérez Contreras.
Actualmente, en España hay 55.062 pacientes con algún tratamiento sustitutivo renal, de los que sólo el 5,5 por ciento están en tratamiento con diálisis peritoneal domiciliaria. En el año 2015 iniciaron tratamiento en diálisis 5.946 pacientes renales, de los que 1.059 (el 17,8%) lo hicieron con diálisis peritoneal domiciliaria.
Por todo ello, los pacientes y los profesionales sanitarios han reclamado a las autoridades sanitarias aumentar sus esfuerzos en la mejora del proceso de trasplante renal y diálisis peritoneal; y ofrecer las mismas oportunidades de elección de tratamiento a todos los pacientes renales, favoreciendo la equidad en el acceso al tipo de tratamiento sustitutivo renal y eliminando las diferencias entre provincias y comunidades autónomas.
Además, han destacado la necesidad de implementar las medidas necesarias para favorecer el inicio óptimo del paciente en tratamiento sustitutivo renal con medidas dirigidas a la concienciación y colaboración de todos los profesionales involucrados en la atención a las personas con enfermedad renal; así como de mejorar la calidad de los sistemas de información y registro, al tiempo que se fomente la realización de estudios dirigidos a la mejora de la calidad y eficiencia del tratamiento sustitutivo renal.
Finalmente, los pacientes han reclamado a los profesionales sanitarios que informen de forma adecuada y comprensible al paciente sobre los distintos tipos de tratamiento sustitutivo renal para facilitar la toma de decisiones compartidas con información basada en la mejor evidencia disponible y que priorice los resultados en salud del paciente.