MADRID 19 May. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con ictus que se rehabilitan con marcha asistida por robots y fisioterapia tienen más posibilidades de andar de forma independiente, según se ha puesto de manifiesto durante el 55º Congreso de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).
"La prescripción de esta terapia requiere conocimientos amplios y especializados, ya que va dirigida a pacientes de alta complejidad en los que hay que optimizar el balance entre los riesgos y los beneficios, por lo que es el especialista en Medicina Física y Rehabilitación el que debe realizar la indicación de los diferentes parámetros", ha comentado el especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Complejo Hospitalario de Navarra, Enrique Sainz de Murieta.
El objetivo de estas nuevas tecnologías es desarrollar terapias mejores que consigan mayor recuperación funcional de las personas afectadas por déficits neurológicos. "No se trata de sustituir a los terapeutas humanos sino de permitir más y mejor terapia complementando la terapia habitual personalizada y única con terapeuta y paciente, con terapia asistida con robot, donde los profesionales siguen manejando la máquina, cambiando sus parámetros y adaptándola a las respuestas del paciente", ha apostillado.
Otras utilidades de la robótica rehabilitadora, al margen de la rehabilitación neurológica, son los robots con forma humanoide con capacidad para interactuar con las personas y el entorno, llamados robots de atención o acompañamiento a personas mayores, con dificultades de movilidad o con problemas de salud mental.
Algunos ejemplos de robots que se están utilizando en centros nacionales son las máquinas que ayudan a caminar, como el tapiz rodante en suspensión (robot Lokomat) o los exoesqueletos con los que caminar sobre el suelo con ayuda de un terapeuta (como los de Ekso bionics). También se han desarrollado máquinas para el tratamiento de la mano (como Amadeo de Tyromotion) y el brazo (como Armin).
Asimismo, prosigue, uno de los campos más desarrollados son los exoesqueletos para miembros inferiores, donde también destaca HAL, de la empresa japonesa 'Cyberdyne'. Pero también hay desarrollos españoles, como los del CSIC para lesionados medulares o niños con parálisis cerebral, así como docenas de diferentes modelos de los más importantes centros de investigación del mundo.
Algunas de estas terapias permiten sincronizarse con realidad virtual para mejorar la motivación del paciente mediante gamificación. "Además, algunas máquinas sensorizadas y programables pueden variar sus respuestas dependiendo del estímulo que reciben, de forma que se adaptan al comportamiento del paciente e, incluso, pueden aprender", ha recalcado Sainz de Murieta.
PRÓTESIS BIÓNICAS Y REALIDAD VIRTUAL
Por otra parte, en el campo de las prótesis para sustituir miembros amputados o que no se formaron en niños el desarrollo lógico exige introducir electrónica. "Esto consiste en incluir sensores, y actuadores alimentados con baterías dentro de los brazos y piernas protésicos, así como en mejorar la unión del sistema nervioso del paciente con las prótesis utilizando diferentes sensores y chips programables lo que mejora el rendimiento y comportamiento con respecto a prótesis solo mecánicas", ha argumentado el doctor.
Además, manifiesta, las prótesis mioeléctricas de que extisten son cada vez mucho mejores, hasta el punto de que se va perdiendo el miedo a hablar de biónica, un término que siempre ha sonado más a ciencia ficción que realidad.
Ahora bien, el efecto de la rehabilitación después del ictus depende de la cantidad de rehabilitación, es decir, es dosis dependiente. De hecho, numerosos servicios de rehabilitación han incorporado la terapia de realidad virtual (TRV) para aumentar el tiempo de terapia, incrementando la extensión del tratamiento de forma segura, tanto a nivel de ingreso como ambulatorio y domiciliario, eliminando barreras de accesibilidad.
Y es que, la TRV tiene el valor añadido de poder monitorizar a distancia los progresos del paciente abriendo el campo a la tele-rehabilitación. En los últimos años se han ido desarrollando dispositivos con características que amplían su utilidad en el campo de la rehabilitación funcional (control con el uso de las manos, sensores de movilidad, reconocimiento de voz, reconocimiento facial, acceso a base de datos a través de conexión a internet).
Las indicaciones del tratamiento con TRV cada vez son más amplias. Incluyen desde el daño cerebral adquirido (accidente cerebrovascular, traumatismo craneoencefálico) a enfermedades neurodegenerativas (esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, Párkinson, demencia), enfermedades neuromusculares (distrofias, miopatías, amiotrofias, neuropatías), reeducación del equilibrio en diferentes procesos (personas con amputaciones, postcirugía ortopédica), control del dolor agudo en niños en determinados procedimientos o la activación y ejercicio en personas mayores con diferentes grados de afectación funcional", ha zanjado.