MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Una proteína que refuerza el cerebro juega un papel importante en lo bien que las personas responden a la quimioterapia, tal y como revelan investigadores en el Congreso ESMO ('European Society for Medical Oncology') Asia 2016, que se celebra en Singapur.
Su trabajo ha revelado que los pacientes de cáncer que sufren depresión tienen menos cantidad del factor neurotófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés) en su sangre. Estos bajos niveles hacen que las personas respondan menos a los fármacos contra el cáncer y sean menos tolerantes a sus efectos secundarios.
El autor principal, Yufeng Wu, jefe de Oncología del Departamento de Medicina Interna del Hospital de Cáncer Henan, afiliado de la Universidad de Zhengzhou, en China, subraya: "Es crucial que los médicos presten más atención al estado emocional y sentimental de los pacientes. La depresión puede reducir los efectos de la quimioterapia y BDNF juega un papel importante en este proceso".
El estado de ánimo bajo es común entre los pacientes con cáncer, especialmente los enfermos terminales. BDNF es esencial para una función cerebral sana y bajos niveles ya se han relacionado con la patología mental. Este estudio tuvo como objetivo descubrir cómo la depresión influía en los resultados de las personas con cáncer de pulmón avanzado.
Los investigadores reclutaron a 186 pacientes recién diagnosticados que recibían quimioterapia y, para evaluar su estado de ánimo, se les pidió que calificaran sus niveles de depresión el día antes del comienzo del tratamiento. También se recopilaron datos sobre la calidad de vida, la supervivencia general y otras cuestiones, lo que permitió a los autores comparar esta información con las puntuaciones de estado de ánimo de los pacientes.
LA DEPRESIÓN SEVERA, VINCULADA A MENOS SUPERVIVENCIA SIN PROGRESIÓN DEL CÁNCER
Los resultados mostraron que aquellos cuyo cáncer se había diseminado a otros órganos eran los más deprimidos y esto redujo drásticamente su tolerancia a la quimioterapia. Se asoció con vómitos, reducción en los glóbulos blancos y estancias prolongadas en el hospital. El impacto de la depresión severa fue aún mayor, reduciéndose el tiempo que los pacientes vivían con la enfermedad sin que empeorara.
Los autores de este análisis encontraron que el BDNF claramente aumentó el número de células tumorales muertas por quimioterapia. Los pacientes con depresión severa tenían niveles más bajos de la proteína en la sangre, por lo que sus cuerpos no eran tan eficaces en la lucha contra el cáncer, reduciendo sus posibilidades de sobrevivir a la enfermedad. "Nuestro objetivo ahora es prescribir medicamentos como la fluoxetina a pacientes deprimidos y estudiar su sensibilidad a la quimioterapia", adelanta Wu.
Por su parte, el doctor Ravindran Kanesvaran, consultor médico oncólogo y profesor asistente de la 'Duke-NUS Medical School' de Singapur, señala: "El vínculo entre la depresión y los malos resultados entre estos pacientes es significativo y puede estar asociado con la regulación negativa del factor neurotrófico derivado del cerebro.
"Este hallazgo puede conducir quizás a nuevas maneras de tratar la depresión en estos pacientes, lo que a su vez puede prolongar sus vidas. Se necesitan más investigaciones para establecer los efectos de los diferentes fármacos antidepresivos sobre los niveles de BDNF", concluye.