MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con aumento de eosinófilos (tipo de glóbulo blanco) al séptimo día de su hospitalización tuvieron una tasa de mortalidad más baja (5,2%, frente al 22,6% en los pacientes no recuperadores), desarrollaron menos complicaciones como el síndrome de distrés respiratorio agudo (8% frente al 20,1%), y tuvieron menos necesidad de ingreso en UCI (5,4%, frente al 10,8%), si bien la recuperación de linfocitos no influyó en el pronóstico.
Así se desprende de un estudio de cohorte multicéntrico y retrospectivo del 'Registro SEMI-COVID-19' de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) con datos de 9.644 pacientes de 147 hospitales españoles, y que ha sido publicado en el 'Journal of Clinical Medicine'. De todos los pacientes cuyos datos fueron incluidos en el estudio (9.644), el 57,12 por ciento fueron varones, y en todos los casos se trataba de mayores de 18 años hospitalizados por COVID-19.
De esta forma, los expertos han observado que el incremento en el recuento de eosinófilos al séptimo día se asoció a mejor pronóstico y a una tasa de mortalidad más baja (5,2% en pacientes con incremento en recuento de eosinófilos, frente al 22,6% en aquellos que no recuperaron eosinófilos).
También se relacionó con menores tasas de complicaciones durante la hospitalización, especialmente en lo relacionado con el desarrollo del síndrome de distrés respiratorio agudo (8% en pacientes que recuperaron eosinófilos, frente al 20,1% en los no recuperadores). También los pacientes con recuperación del recuento de eosinófilos tuvieron menos necesidad de ingreso en UCI (5,4% en los recuperadores, frente al 10,8% en los no recuperadores).
La investigación encontró en la cohorte analizada un grado profundo de eosinopenia, descenso de los eosinófilos en el plasma sanguíneo, al diagnóstico de COVID-19, con una tasa de mortalidad más alta observada en pacientes con eosinopenia que en pacientes sin eosinopenia (16,7% frente al 13,2%).
Además, la recuperación de eosinófilos se asoció con mayores tasas de supervivencia, una vez tenidos en cuenta los posibles factores de confusión (comorbilidades o fármacos inmunosupresores que pueden causar eosinopenia prolongada).
En la base de datos analizada, se incluyeron dos análisis de laboratorio (al ingreso y al séptimo día). Por lo tanto, no se pudo determinar si existe una recuperación posterior de linfocitos o si tiene implicaciones pronósticas. No obstante, tal y como indican los investigadores, un marcador de buen pronóstico después del séptimo día de hospitalización es probablemente "menos útil" que un predictor anterior.
"No solo la muerte fue menos frecuente entre los recuperadores de eosinófilos, sino que se podría predecir un curso más leve. Esto es muy importante, porque si la recuperación de eosinófilos se confirma como un marcador de buen pronóstico, podría usarse para orientar las decisiones sobre el alta en pacientes por lo demás estables. En el contexto de una pandemia, esto podría ayudar a aliviar la tensión en los sistemas de salud al identificar posibles candidatos para el alta temprana", han detallado los investigadores.