MADRID 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Federación Española de Pacientes Anticoagulados (FEASAN) ha puesto en marcha una iniciativa denominada 'Anticoagulación 360º', que se desarrollará en diferentes comunidades autónomas, con la que pretenden recopilar propuestas para mejorar el acceso de estos pacientes a mejores tratamientos y situarlos en el centro de las necesidades del sistema sanitario.
Alrededor de 800.000 personas viven anticoaguladas en España y la cifra aumenta año tras año debido a factores como el envejecimiento de la población o la proliferación de factores cardiovasculares. Las personas con fibrilación auricular (FA), la arritmia cardiaca más común, los portadores de válvulas cardiacas mecánicas y quienes sufren de una enfermedad tromboembólica venosa son las que requieren de tratamiento anticoagulante para prevenir la formación de coágulos que pudieran causarle una trombosis o ictus.
Ante esta situación, según recuerda FEASAN, el buen control del tratamiento es la clave de su éxito a pesar de que estudios recientes evidencian que muchos de estos pacientes no consiguen un control óptimo del mismo. En concreto, cuatro de cada diez pacientes anticoagulados con fibrilación auricular no valvular no logran un buen control de su tratamiento con los riesgos que ello conlleva.
El proyecto, que cuenta con la colaboración de la alianza BMS-Pfizer, se ha iniciado en Valencia con la realización de una mesa de debate multidisciplinar liderada por los pacientess que también ha contado con la participación de distintos expertos del ámbito sanitario con el objetivo de consensuar cuáles deben ser las estrategias necesarias a implementar para mejorar su abordaje.
"Esta iniciativa nace para y por el paciente, ya que además de ser la voz de los que sufren directamente la enfermedad, nuestro propósito es ser la voz que reúna, también, las mejores propuestas de los expertos en el manejo del paciente anticoagulado", según el presidente de FEASAN, Luciano Arochena.
En la reunión de trabajo se han recalcado temas clave como la humanización de la asistencia sanitaria o el empoderamiento de los pacientes, colectivo que suele sentirse desplazado de la toma de decisiones.
"Queremos que se nos escuche, no sólo por las carencias sanitarias que llevamos reclamando hace tiempo, sino también como agente activo en la toma de decisiones, ya que es a nosotros a quienes éstas afectan directamente", ha afirmado Arochena; quien también ha admitido la importancia de la formación.