MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes anémicos que han sufrido un síndrome coronario agudo (SCA) tienen una alta mortalidad, y es que más del 10 por ciento de estos fallece durante la fase intrahospitalaria, tanto si se manejan mediante intervencionismo coronario percutáneo (ICP) como si no, así lo verifica el artículo científico publicado recientemente en Revista Española de Cardiología (REC).
Un tres por ciento de los pacientes que ingresan en el Hospital Universitario de Santiago (CHUS) por síndrome coronario agudo (SCA) presenta anemia severa (<10g/dl de hemoglobina en sangre)", destaca el coautor del artículo y miembro del Servicio de Cardiología del centro, Sergio Raposeiras.
Sin embargo, existen ciertos grupos de pacientes sobre los cuales "no está del todo demostrado el beneficio de la revascularización mediante ICP, como es el caso de los pacientes anémicos con SCA, sobre los que este tipo de abordaje podría aumentar su riesgo", señala el cardiólogo.
Ante una situación así, el experto concreta que el profesional sanitario siempre se plantea si intenta realizar o no la revascularización de forma percutánea y colocar un 'stent', ya que la doble antiagregación "supone un problema ante el riesgo de sangrado y de mortalidad". Además, si se retira la doble antiagregación luego también "aumenta el riesgo de trombosis del 'stent' o de un evento coronario", añade.
A este respecto, investigadores del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago han realizado un análisis retrospectivo de su experiencia en el manejo de este tipo de pacientes para poder sacar algunas conclusiones sobre el tratamiento que deben de recibir, y comprobar si los resultados de mortalidad intrahospitalaria varían entre el abordaje con o sin intervención coronaria percutánea. Como indica Raposeiras, "están fuera de las guías de práctica clínica, ya que son pacientes que no se incluyen normalmente en los ensayos clínicos".
REALIZACIÓN DEL ESTUDIO
En el estudio se analizaron los datos del registro 'CardioCHUS', que incluye a 4.443 pacientes ingresados por un SCA, de los cuales 3.689 sufrieron un SCA sin elevación del segmento ST y, de estos, el 21 por ciento (765) tenía anemia moderada y el tres por ciento anemia grave.
Analizando la causa de la anemia de estos pacientes que estaban en situación severa, se observó que en un 30 por ciento de los casos la anemia fue debida a un sangrado activo manifiesto en el momento del ingreso (la mayor parte de origen digestivo).
Los resultados mostraron que la mortalidad intrahospitalaria de los pacientes con anemia grave que han sufrido un SCA es del 12 por ciento mientras que la de los pacientes sin anemia es de un 2,8 por ciento y la de los pacientes con anemia moderada es del 8 por ciento.
Como conclusión, el cardiálogo destaca que, tras revisar los resultados del trabajo, inicialmente, "a lo mejor vale la pena pararse antes de tomar la decisión de colocar directamente el 'stent'". En segundo lugar, "hay que pararse para averiguar la causa de la anemia severa y, luego, si ello se corrige, plantearse si realizar el intervencionismo, ya que se ha visto que realizarlo o no, no supone un cambio en el pronóstico intrahospitalario de estos pacientes".