MADRID, 3 Jun. (EDIZIONES) -
Los opiáceos ofrecen beneficios significativos para los pacientes cuando, como fármacos, se usan como es debido; sin embargo, también conllevan un riesgo de uso indebido, abuso y muerte. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha reformulado recientemente sus recomendaciones a la industria precisamente ante el aumento del abuso.
Este jueves se sabía que Prince fallecía el pasado 21 de abril por una sobredosis de fentanilo, un analgésico opiáceo sintético similar a la morfina que, por lo general, se utiliza para tratar a los pacientes con dolor severo.
Lo ocurrido al artista estadounidense no es nuevo. "En los últimos diez años, la adicción a los opiáceos y las sobredosis han alcanzado niveles epidémicos, y en la FDA mantenemos nuestro firme compromiso de hacer nuestra parte para ayudar a revertir los efectos devastadores del abuso y el uso indebido de los opiáceos de venta con receta", advertía el pasado mes de marzo el doctor Robert Califf, delegado de la FDA.
Solo un dato: en el 2007 el número de muertes por sobredosis de opioides de prescripción en Estados Unidos superó el número total de muertes por heroína y cocaína.
¿QUÉ SON LOS OPIÁCEOS?
Los opiáceos son conocidos desde hace mucho tiempo, su origen se encuentran en las semillas de la adormidera, y su uso farmacológico ha venido unido al uso como droga. En 1806, el químico alemán Fiedrich Serturner consiguió aislar el principal elemento del opio en su forma pura y que llamó morfina. Actualmente es posible obtener substancias completamente sintéticas, casi sin relación química con la morfina, pero con el mismo efecto.
Entre los medicamentos que pertenecen a esta clase se incluyen, entre otros, la hidrocodona, prescrita para una variedad de condiciones dolorosas, incluyendo dolor dental y lesiones relacionadas; la morfina, que se usa a menudo antes y después de los procedimientos quirúrgicos para aliviar el dolor severo; y la codeína, que se prescribe a menudo para el dolor leve. Mientras, la heroína, es un fármaco opiáceo que se sintetiza a partir de la morfina, que se ha convertido en una droga ilegal.
¿CUÁLES SON SUS EFECTOS?
Bien administrado, el uso médico a corto plazo de los analgésicos opioides rara vez causa adicción. Los opioides actúan adhiriéndose a proteínas específicas llamadas receptores de opioides, que se encuentran en el cerebro, la médula espinal, el tracto gastrointestinal y otros órganos en el cuerpo. Cuando estas drogas se adhieren a sus receptores, reducen la percepción del dolor.
Según el Instituto Norteamericano contra el Abuso de Drogas, los síntomas de abstinencia se pueden producir si el uso de drogas se reduce repentinamente o se detiene. Estos síntomas pueden incluir agitación, dolores musculares y de los huesos, insomnio, diarrea, vómitos, escalofríos con piel de gallina y movimientos involuntarios de las piernas.
La dependencia suele ir acompañada de la tolerancia, es decir, la necesidad de tomar dosis cada vez más altas de un medicamento en un intento de obtener el mismo efecto.